Se debe o no usar el jabón íntimo; esto dicen los expertos
La zona íntima tiene su propio olor particular y no es precisamente similar al de las flores, y esto no significa que no haya una correcta higiene
Hay mucha información en torno a los cuidados de la zona ‘V’, pero hay más que todo mucha desinformación, pues se cree que esta parte del cuerpo tiene un olor perfecto cual perfume que se compra en el mercado. Pero lo cierto es que no es así.
La zona íntima tiene su propio olor particular y no es precisamente similar al de las flores, y esto no significa que no haya una correcta higiene, pero casi siempre se cree que es así, y de allí viene la necesidad de utilizar un jabón íntimo que viene con diversos compuestos, entre ellos esencia de olor.
Una zona delicada ante el contacto con el jabón
La entrepierna tanto de mujeres y hombres es muy delicada, pero la femenina lo es un poco más. Por eso son muchos los expertos que recomiendan que este se limpie de manera natural con abundante agua, sin necesidad de agregar productos que contienen químicos.
Algunas de los componentes del jabón íntimo que se consiguen en el mercado y prometen dar un “buen olor” a la zona ‘V’, pueden causar irritación y además podría llegar a alterar el PH propio del área. Lo más recomendable es que antes de recurrir a uno de estos consultes con tu médico de cabecera y que sea este quien te indique cuál y de qué manera deberías utilizarlo.
El desequilibrio de la flora vaginal
La flora bacteriana vaginal es un conjunto de bacterias beneficiosas que habitan en esta zona del cuerpo y evitan que proliferen en ella o la colonicen organismos patógenos susceptibles de producir infecciones y problemas vaginales.
Este se puede desequilibrar por varios factores, entre ellos la utilización de jabones íntimos que son invasivos y que pueden resultar agresivos al entrar en contacto con la parte. Los más riesgosos, según expertos, son aquellos que vienen en aerosol o polvo.
Consecuencias de la afectación en la flora vaginal
Cuando la flora vaginal se ve afectada se puedes derivar otros daños como por ejemplo la vulvovaginitis o vaginitis, lo cual de acuerdo con lo que dice la fuente antes mencionada, «consiste en la inflamación de la mucosa vaginal y de la piel vulvar, aunque no siempre ambas áreas anatómicas se ven afectadas».
Quienes la padecen «pueden presentar eritema, edema inflamatorio de piel y mucosas, así como un aumento de la secreción vaginal, que en ocasiones puede ser maloliente. Las pacientes también pueden sentir prurito, escozor o dolor (vulvodinia)».
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