Trucos para saber cuándo un huevo está podrido
No arriesgues tu salud y sigue estos consejos
El huevo es un alimento que ha sido objeto de controversia cuando se trata de la salud del corazón y el colesterol. Durante muchos años, se creía que su consumo aumentaba el colesterol en la sangre y, por lo tanto, se recomendaba limitarlo en personas con esta afección.
Otro tema que da de qué hablar sobre este alimento es cómo saber cuándo un huevo está podrido, ya que en ocasiones, puede resultar difícil determinar si está en buen estado o en mal estado. Sin embargo, existen varios métodos sencillos que te ayudarán a reconocer si un huevo está fresco o si debes desecharlo.
Recuerda que consumir huevos en mal estado puede causar enfermedades transmitidas por alimentos, como la salmonela. Por lo tanto, es fundamental asegurarse de que estén perfectos y en buen estado antes de consumirlos.
Trucos para saber cuándo un huevo está podrido
Observa la fecha de caducidad
Uno de los métodos más simples para saber si un huevo está podrido es revisar la fecha de caducidad impresa en el envase. Verifica esta fecha antes de utilizar este alimento, si ya ha pasado la fecha de caducidad, es mejor desecharlo para evitar cualquier riesgo de intoxicación.
Realiza la prueba del agua
Otro método sencillo es realizar la prueba del agua. Llena un recipiente con agua fría y sumerge el huevo en él. Si se hunde hasta el fondo y se mantiene en posición horizontal, es un indicativo de que está fresco y en buen estado. Por otro lado, si flota en la superficie o se mantiene en posición vertical, es probable que esté en mal estado y debas desecharlo.
Observa el olor
El olor también puede ser un indicativo importante para determinar si un huevo está podrido. Para realizar esta prueba, rómpelo en un recipiente limpio y verifica su olor, un huevo fresco tendrá un olor neutro o ligeramente sulfuroso. Sin embargo, si percibes un olor desagradable y fuerte similar al azufre, es probable que esté podrido y no sea seguro consumirlo.
Inspecciona la apariencia
La apariencia también puede brindar pistas sobre su estado de frescura. Observa cuidadosamente la cáscara antes de romperlo, si la cáscara está agrietada, manchada o visiblemente sucia, es mejor desecharlo, ya que estas características pueden indicar que está en mal estado. Además, presta atención a posibles cambios en el color de la clara o la yema. Si notas tonos verdosos o grises, es posible que el huevo esté en mal estado y no sea seguro consumirlo.
Beneficios de consumir huevo cocido
Contienen a 12 o 13 gr de proteína por cada 100 gr, mientras que el aporte graso es casi el mismo que de proteínas. La mayoría de los ácidos grasos son de alta calidad y suelen encontrarse en la yema, aunque es importante que tengamos esto en cuenta para evitar aumentar el aporte graso. De ahí la importancia que tiene una correcta preparación del huevo.
Cocer el huevo es una de las mejores formas de prepararlo, y es que al hacerse en agua con la cáscara el huevo apenas sufre en el proceso de preparación. A esto tenemos que sumar que no añadimos otro tipo de grasa externa. Con este tipo de preparación re respetan al máximo las cualidades nutricionales del huevo con lo que el aporte para el organismo es mayor.
Una cocción adecuada destruye posibles bacterias contaminantes, como pueden ser la salmonella o el estafilococo. El proceso de cocción de los huevos consiste en llevarlos a ebullición. Normalmente se precisan de 8 a 12 minutos desde que comienzan a cocer para que queden perfectamente.
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