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«Respetaré los resultados si el proceso es transparente»: Trump

El republicano se comprometió a no oponerse a lo que se decida en las urnas, siempre y cuando no haya vicios en el proceso

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Donald Trump acudió este martes a votar en un colegio electoral de Palm Beach, Florida, acompañado de su esposa, Melania. Frente a los periodistas que lo esperaban, Trump prometió aceptar su derrota en caso de que las elecciones sean «limpias». Aseguró que sería el primero en reconocerlo si el proceso es justo y rechazó las afirmaciones de que no aceptaría otro resultado que no fuera su victoria.

El republicano se mostró optimista sobre su desempeño en los comicios, afirmando que la campaña actual ha sido la «mejor» de las tres que ha llevado a cabo en su carrera por la presidencia. Sin embargo, aprovechó la ocasión para criticar el sistema electoral estadounidense, al cual consideró «demasiado complicado» y lento para entregar resultados.

Según el expresidente, el uso de papeletas de papel sería una opción más eficiente y económica. Argumentó que este sistema reduciría costos y aumentaría la precisión, en contraste con los elevados gastos de las campañas actuales. Trump lamentó que estados como Pensilvania demoren en anunciar los resultados, señalando que un sistema de papeletas podría resolver este problema.

Foto: Donal Trump en Facebook

Las proyecciones de un eventual nuevo Gobierno de Trump

Economía

Donald Trump ha hecho de la economía su tema principal, centrándose en el control de la inflación y en la reducción de costos. Promete «hacer que Estados Unidos vuelva a ser asequible», recordando a los votados los años de estabilidad financiera antes de la pandemia de COVID-19. Aunque reducir las tasas de interés no es una decisión del Ejecutivo, Trump se ha comprometido a influir en la política económica para lograr condiciones de crédito más accesibles y apoyar a los empresarios, alegando que una economía fuerte se construye sobre la base del sector privado.

En cuanto al empleo, el exmandatario plantea una disminución de impuestos corporativos para atraer nuevamente a las empresas que han externalizado sus operaciones. Trump sostiene que un sector empresarial fuerte permitirá la creación de empleos bien remunerados, generando una recuperación económica robusta en el corto plazo.

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Inmigración

Trump mantiene una postura estricta en temas de inmigración, comprometiéndose a retomar la construcción del muro en la frontera con México ya intensificar las políticas de deportación. Afirma que estas son medidas necesarias para garantizar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses y proteger las oportunidades laborales de los trabajadores nacionales. Entre sus propuestas más controversiales, Trump ha señalado la posibilidad de reactivar programas que permitan la deportación de inmigrantes indocumentados en situaciones de reincidencia o delitos graves.

El exmandatario también plantea una revisión de los programas de asilo, afirmando que muchos de los solicitantes no califican bajo los criterios actuales. Este enfoque ha sido criticado por sectores que defienden los derechos de los inmigrantes, pero ha logrado una acogida significativa entre los electores que perciben la inmigración como una amenaza para la seguridad nacional.

Aborto

En contraste con Harris, Trump se ha mostrado a favor de restringir el derecho al aborto, destacando que la decisión debe recaer en los gobiernos estatales. El expresidente ha defendido la revocación de Roe vs. Wade, afirmando que corresponde a los estados decidir la legalidad y condiciones del aborto en sus respectivas jurisdicciones. Su enfoque en este tema ha movilizado a su base conservadora, aunque también ha generado divisiones internas entre las republicanas votadas, especialmente en aquellos estados donde se han promovido leyes restrictivas.

Trump ha afirmado que, de ser elegido, protegerá los intereses de los estados que optan por restringir o prohibir el aborto, argumentando que este enfoque respeta la autonomía de cada estado y representa un ejercicio de la democracia en su nivel más local. Aunque esta postura ha ganado respaldo en sectores religiosos y conservadores, los analistas apuntan a que podría afectar su apoyo entre mujeres y jóvenes en estados clave.

 

Víctor Castro Gutierrez

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