Estilo de vida

¿Qué hacer ante una convulsión de un perro?

Recuerda que la clave es mantener la calma, seguir los pasos correctos y estar preparado para actuar rápidamente

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Las convulsiones en los perros son episodios repentinos de actividad eléctrica anormal en el cerebro, que provocan movimientos involuntarios y pérdida de control muscular. Durante la convulsión de un perro, este puede experimentar rigidez, temblores, salivación excesiva, pérdida de control de esfínteres y, en casos graves, incluso pérdida de conciencia. Estas crisis epilépticas pueden variar en duración, intensidad y frecuencia, dependiendo de la causa subyacente.

Es importante que los dueños de mascotas sepan cómo actuar de manera apropiada, ya que una respuesta rápida y adecuada puede marcar la diferencia entre una situación manejable y una emergencia grave.

Causas comunes de las convulsiones en los perros

  • Enfermedades neurológicas: como epilepsia, trastornos cerebrales, tumores, accidentes cerebrovasculares, etc.
  • Intoxicaciones: por consumo de productos tóxicos, medicamentos, venenos, etc.
  • Desequilibrios electrolíticos o metabólicos: como hipoglucemia, insuficiencia hepática o renal, etc.
  • Traumatismos: golpes en la cabeza, accidentes, etc.
  • Infecciones: como meningitis, encefalitis, etc.
  • Enfermedades sistémicas: como diabetes, insuficiencia cardiaca, etc.
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Foto: Freepik
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Reconociendo los signos de una convulsión en un perro

  • Rigidez muscular y espasmos
  • Temblores o sacudidas involuntarias
  • Movimientos repetitivos de la mandíbula o la cabeza
  • Pérdida de control de esfínteres (orina o defeca involuntariamente)
  • Salivación excesiva o espuma en la boca
  • Pérdida de conciencia o estado de confusión
  • Respiración irregular o dificultad para respirar

Pasos a seguir durante una convulsión en un perro

  • Mantenga la calma: Respire profundamente y recuerde que, en la mayoría de los casos, las convulsiones son episodios temporales y no dañinos si se manejan adecuadamente.
  • Retire los objetos peligrosos: Asegúrese de que el perro no se golpee contra muebles, paredes u otros objetos durante la convulsión. Retire cualquier cosa que pueda causarle daño.
  • Evite restringir al perro: No intente detener los movimientos convulsivos ni sujetar al perro. Esto podría causarle lesiones.
  • Cronometra la convulsión: Anota la hora de inicio y la duración de la convulsión. Esta información será muy útil para el veterinario.
  • Mantén al perro seguro: Coloca al perro en un área abierta y segura, como el piso, para que no se lastime durante la convulsión.
  • No introduzcas objetos en la boca: Nunca intentes abrir la boca del perro o introducir objetos para evitar que se muerda la lengua. Esto podría causarle daños.
  • Habla con voz tranquila: Usa un tono de voz suave y tranquilizador para ayudar a calmar al perro después de la convulsión.
  • Contacta al veterinario: Una vez que la convulsión haya terminado, comunícate con tu veterinario de inmediato, incluso si el perro parece estar bien. Es importante que un profesional evalúe la situación.
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Foto: Freepik

¿Qué NO hacer durante una convulsión en un perro?

Es importante evitar ciertas acciones que podrían empeorar la situación o causar lesiones al perro durante una convulsión. Aquí hay algunas cosas que NO debes hacer:

  • No sujetar al perro: No intentes detener los movimientos convulsivos ni sujetar al perro, ya que esto podría causarle lesiones.
  • No introducir objetos en la boca: Nunca intentes abrir la boca del perro o introducir objetos, como cucharas o dedos, para evitar que se muerda la lengua. Esto podría causarle daños.
  • No dar agua o medicamentos: No intentes dar agua, medicamentos u otros líquidos al perro mientras está convulsionando, ya que podría aspirarlos y asfixiarse.
  • No enfriar al perro: No intentes enfriar al perro sumergiéndolo en agua o aplicando compresas frías, ya que esto podría empeorar la situación.
  • No dejar solo al perro: No abandones al perro durante una convulsión. Mantén un monitoreo constante hasta que la crisis haya pasado.

Después de una convulsión: cuidados y seguimiento

Una vez que la convulsión haya terminado, es importante brindar los cuidados y el seguimiento adecuados para tu perro. Aquí hay algunos pasos a seguir:

  • Mantén al perro tranquilo: Coloca al perro en un lugar tranquilo y oscuro, lejos de estímulos que puedan provocar otra convulsión.
  • Observa signos vitales: Monitorea la respiración, el pulso y la temperatura del perro. Asegúrate de que no haya lesiones o heridas.
  • Ofrece agua y alimento: Una vez que el perro esté consciente y alerta, puedes ofrecerle pequeñas cantidades de agua y alimento suave, si está dispuesto a comer.
  • Contacta al veterinario: Llama a tu veterinario de inmediato, incluso si el perro parece estar bien. Es importante que un profesional evalúe la situación y determine si se requiere algún tratamiento adicional.
  • Mantén un registro: Anota la duración de la convulsión, los síntomas observados y cualquier otro detalle relevante. Esta información será valiosa para el veterinario.
  • Prepara al perro para la visita: Si tu veterinario te indica que lleves al perro a la clínica, asegúrate de transportarlo de manera segura y cómoda.
  • Sigue las indicaciones del veterinario: Implementa cualquier tratamiento o cuidados específicos que tu veterinario recomiende, ya sea medicamentos, dieta especial o cambios en el estilo de vida.
Vacunas que debe tener tu perro / cortarle la cola y orejas a un perro
Imagen: freepik

¿Cuándo contactar a un veterinario?

  • Convulsión que dura más de 5 minutos: Si la convulsión se prolonga más allá de los 5 minutos, es una emergencia médica que requiere atención veterinaria urgente.
  • Convulsiones recurrentes: Si tu perro sufre más de una convulsión en un período corto de tiempo, es necesario que un veterinario evalúe la situación.
  • Cambios en el comportamiento: Observa si después de la convulsión, tu perro muestra cambios significativos en su comportamiento, como desorientación, agresividad o alteraciones en el estado de ánimo.
  • Lesiones o heridas: Si durante la convulsión, tu perro se ha golpeado o herido, es importante que un veterinario lo examine.
  • Condiciones médicas subyacentes: Si tu perro tiene alguna condición médica preexistente, como epilepsia o enfermedades neurológicas, es fundamental que el veterinario monitoree y ajuste el tratamiento en caso de que se presenten convulsiones.

Consejos para prevenir convulsiones en los perros

  • Mantén un estilo de vida saludable: Asegúrate de que tu perro tenga una dieta equilibrada, ejercicio regular y un ambiente libre de estrés.
  • Evita exposición a toxinas: Mantén alejados a tu perro de productos químicos, plantas tóxicas y otras sustancias peligrosas que puedan provocar intoxicaciones.
  • Controla enfermedades subyacentes: Si tu perro tiene alguna condición médica que pueda causar convulsiones, como epilepsia o enfermedades neurológicas, asegúrate de que reciba el tratamiento adecuado.
  • Mantén un ambiente seguro: Elimina objetos y muebles que puedan causar lesiones durante una convulsión, y asegura que tu perro tenga un espacio amplio y libre de obstáculos.
  • Monitorea cambios en el comportamiento: Presta atención a cualquier cambio en el comportamiento o en el estado de ánimo de tu perro, ya que pueden ser indicios de una posible convulsión inminente.
  • Consulta a tu veterinario regularmente: Las visitas de rutina al veterinario pueden ayudar a detectar y manejar problemas de salud antes de que se conviertan en emergencias.

Perro tomando agua para evitar golpe de calor / mascotas

Otras condiciones que pueden parecer convulsiones en los perros

  • Sincope (desmayo): Episodios de pérdida de conciencia y colapso, a menudo causados por problemas cardíacos o circulatorios.
  • Temblores: Movimientos involuntarios y temblorosos, que pueden ser causados por ansiedad, dolor o enfermedades neurológicas.
  • Catatonía: Estado de inmovilidad y rigidez muscular, a veces asociado con trastornos psiquiátricos.
  • Ataxia: Falta de coordinación y desequilibrio, que pueden ser síntomas de problemas neurológicos o musculares.
  • Mioclonías: Contracciones musculares bruscas y repentinas, que pueden confundirse con convulsiones.
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María Vargas Jimenez
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