¿Qué es una Asamblea Nacional Constituyente y para qué sirve?
La idea de convocar una Asamblea Nacional Constituyente en Colombia ha sido mencionada recientemente por el presidente Gustavo Petro como una posible solución ante la supuesta imposibilidad de sacar adelante sus reformas sociales en el Congreso. Pero, ¿qué es una Asamblea Nacional Constituyente, para qué sirve y cómo se convoca?
¿Qué es una Asamblea Nacional Constituyente?
Una Asamblea Nacional Constituyente es un órgano encargado de reformar o redactar una nueva Constitución Política. En Colombia, la última Asamblea Nacional Constituyente se llevó a cabo en 1991, dando paso a la actual Constitución. Según el artículo 374 de la Constitución Política, la Carta Magna puede ser reformada por el Congreso, por medio de una Asamblea Constituyente o por el pueblo mediante referendo.
La opción de convocar una Asamblea Nacional Constituyente surge cuando se considera necesario realizar cambios profundos en la estructura del Estado y en los derechos y garantías de los ciudadanos. Es una forma de abrir un espacio de participación directa de los ciudadanos en la creación o reforma de la Constitución.
¿Cómo se convoca una Asamblea Nacional Constituyente?
Para convocar una Asamblea Nacional Constituyente en Colombia, se deben seguir ciertos pasos establecidos en la Constitución Política. Primero, el Senado de la República y la Cámara de Representantes deben aprobar una ley que convoque a elecciones para determinar si el pueblo está de acuerdo con la convocatoria a la Asamblea.
Posteriormente, esta ley debe recibir la sanción presidencial y ser enviada a la Corte Constitucional para su revisión y posible declaración de constitucionalidad. Una vez aprobada la convocatoria, se procede a realizar elecciones para determinar quiénes conformarán la Asamblea Constituyente.
Es importante destacar que, según el artículo 376 de la Constitución Política, la Asamblea Constituyente debe ser elegida por voto directo de los ciudadanos en un acto electoral que no coincida con otro. Además, se establece que la Asamblea adoptará su propio reglamento.
«Mediante ley aprobada por mayoría de los miembros de una y otra Cámara, el Congreso podrá disponer que el pueblo en votación popular decida si convoca una Asamblea Constituyente con la competencia, el periodo y la composición que la misma ley determine. Se entenderá que el pueblo convoca la Asamblea, si así lo aprueba, cuando menos, una tercera parte de los integrantes del censo electoral», articulo 376 de la Constitución Política.
El proceso de una Asamblea Nacional Constituyente
Una vez conformada la Asamblea Nacional Constituyente, esta asume la responsabilidad de redactar o reformar la Constitución. Durante su funcionamiento, el Congreso queda suspendido en su facultad ordinaria de reformar la Constitución.
La Asamblea tiene la potestad de definir su propio reglamento y establecer las normas y procedimientos para llevar a cabo su labor. En este sentido, puede decidir sobre los temas a tratar, los mecanismos de participación ciudadana, la duración de las sesiones y demás aspectos relacionados con su funcionamiento.
Una vez concluido el proceso de redacción o reforma constitucional, la nueva Constitución o las reformas propuestas deben ser sometidas a referendo popular para su aprobación. En caso de ser aprobadas, la Constitución entrará en vigor y regirá el ordenamiento jurídico del país.
Ventajas y desventajas de una Asamblea Nacional Constituyente
La convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente tiene sus ventajas y desventajas. Por un lado, permite una participación directa de los ciudadanos en la creación o reforma de la Constitución, lo cual fortalece la democracia participativa y amplía los espacios de debate y deliberación.
Además, una Asamblea Nacional Constituyente puede ser una oportunidad para abordar temas y problemáticas que no han sido tratados adecuadamente en la Constitución vigente. Permite, también, adaptar el texto constitucional a los cambios sociales, políticos y económicos que se han producido desde su última reforma.
Sin embargo, convocar una Asamblea Nacional Constituyente implica un proceso complejo y costoso. Requiere una amplia discusión y consenso entre los diferentes actores políticos y sociales, así como la asignación de recursos económicos y logísticos para llevar a cabo las elecciones y el proceso de redacción o reforma constitucional.
Además, existe el riesgo de que la Asamblea Nacional Constituyente se politice y se convierta en un escenario de confrontaciones y disputas partidistas. Es necesario garantizar que el proceso sea transparente, inclusivo y respetuoso de los derechos y garantías de todos los ciudadanos.
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