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La gran polémica que causó la visita de Maluma a Medellín por su vestimenta

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Este jueves el famoso cantante colombiano Maluma se ha visto envuelto en una polémica en su ciudad natal, Medellín. El artista manifestó su frustración a través de las redes sociales luego de que se le negara la entrada a un establecimiento comercial por su atuendo, específicamente por usar una pantaloneta. Esta situación generó un debate sobre el derecho de admisión y las normas de vestimenta en los lugares públicos.

El incidente en Medellín

El  miércoles 6 de marzo, Maluma intentó ingresar a un establecimiento comercial en Medellín, pero se le negó la entrada debido a que llevaba puesta una pantaloneta. El cantante expresó su indignación en redes sociales, cuestionando quiénes son las personas que deciden cómo debe vestirse para encajar en un lugar. En su mensaje, Maluma señaló que este tipo de actitudes denigran a las personas por su apariencia y afirmó que no volvería a ese lugar.

La noticia rápidamente se viralizó en las redes sociales, donde los fanáticos expresaron su apoyo al cantante y criticaron la decisión del establecimiento. Muchos resaltaron la importancia de respetar la diversidad de estilos y expresiones personales, argumentando que mientras una persona tenga el dinero para pagar y se comporte adecuadamente, no debería ser excluida por su apariencia.

El derecho de admisión y la constitución

La reserva del derecho de admisión es una atribución que tienen los titulares de establecimientos comerciales para decidir quién puede ingresar y quién no. Sin embargo, existen ciertos límites y condiciones establecidos por la Constitución Nacional. De acuerdo con el artículo 333 de la Constitución, se garantiza la libertad de empresa y la libre competencia económica. Esto implica que los establecimientos no pueden discriminar a las personas por su orientación sexual, religión, opinión política u otros factores sospechosos de discriminación.

La Corte Constitucional ha establecido que cualquier limitación al derecho de admisión debe justificarse con un test estricto de proporcionalidad. Es decir, si una restricción de acceso se basa en criterios sospechosos de discriminación, como la orientación sexual, debe demostrarse que dicha restricción es necesaria y proporcional para proteger un interés legítimo. En el caso de Maluma, su atuendo no constituye un criterio sospechoso de discriminación, por lo que la negación de entrada no estaría amparada por la ley.

Otros casos de rechazo por vestimenta

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Este incidente no es aislado en la industria del entretenimiento. Otros artistas también han sido rechazados en establecimientos por su vestimenta. Por ejemplo, la cantante Rihanna fue negada la entrada a un club nocturno en Los Ángeles por llevar una gorra de béisbol y zapatillas. Justin Bieber también fue retirado de un restaurante de lujo en Nueva York por su apariencia, ya que llevaba una camiseta sin mangas, gafas y una gorra.

Estos casos han generado debates sobre la libertad de expresión y la discriminación basada en la apariencia. Muchas personas argumentan que los establecimientos comerciales deberían enfocarse en que los clientes se comporten adecuadamente y no en su apariencia física. La diversidad de estilos y expresiones personales debería ser respetada y celebrada en todos los espacios públicos.

Implicaciones legales y sociales

La negación de entrada a Maluma por su atuendo plantea interrogantes sobre los límites del derecho de admisión y la importancia de garantizar la igualdad de trato. Si bien los establecimientos tienen cierto margen de discreción para establecer normas de vestimenta, estas no pueden ser discriminatorias ni vulnerar los derechos fundamentales de las personas.

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Sara Gonzalez

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