Parejas: Desmintiendo 8 mitos comunes sobre la vida sexual
La vida sexual de una pareja está llena de mitos y creencias erróneas que pueden tener un impacto negativo en la intimidad y el placer compartido. Desde la importancia del tamaño del pene hasta los efectos de la menopausia, existen numerosos malentendidos que es importante desmentir para disfrutar plenamente de una sexualidad sana y satisfactoria. A continuación exploraremos 8 de estas «fake news» que afectan la vida sexual de las parejas, con la ayuda de una experta en sexoterapia que nos ayudará a separar el hecho de la ficción.
La talla del pene no determina el placer femenino
Uno de los mitos más extendidos es que el tamaño del pene es crucial para el placer de la mujer durante el acto sexual. Sin embargo, la sexóloga María López desmiente rotundamente esta creencia. Según ella, la vagina es un órgano elástico que se adapta con facilidad a la talla del pene, independientemente de sus dimensiones. Lo realmente importante es la estimulación del clítoris, tanto interno como externo, que es la principal fuente de placer para la mujer. Así pues, los hombres con un pene de tamaño promedio o incluso ligeramente inferior pueden proporcionar una experiencia sexual sumamente satisfactoria a sus parejas.
La frecuencia de las relaciones no determina la calidad de la relación
Otro mito muy extendido es que tener relaciones sexuales con gran frecuencia es sinónimo de una relación de pareja sólida y duradera. Sin embargo, la experta aclara que lo verdaderamente importante no es la cantidad de sexo, sino que ambos miembros de la pareja se sientan satisfechos y realizados. Una pareja que mantiene relaciones con menor frecuencia pero que disfruta plenamente de ellas puede tener una vida sexual mucho más plena que una pareja que practica el sexo a diario sin disfrutarlo realmente.
Los orgasmos masculinos no siempre llegan con la eyaculación
Otro mito muy extendido es que todos los hombres alcanzan el orgasmo en cada relación sexual y que este va acompañado de la eyaculación. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Según la sexóloga, «algunos hombres ni siquiera llegan a la eyaculación» durante el acto sexual. Esto se debe a que el orgasmo y la eyaculación son dos procesos fisiológicos diferentes que no siempre van de la mano.
No hay una duración «ideal» para las relaciones sexuales
Existe también la creencia de que las relaciones sexuales deben tener una duración determinada para ser consideradas satisfactorias. Sin embargo, la experta aclara que no existe una duración «ideal» y que lo importante es que ambos miembros de la pareja se sientan cómodos y plenamente realizados, independientemente del tiempo que dure el acto. De hecho, algunas mujeres prefieren que las relaciones sexuales sean más breves.
La menopausia no tiene por qué acabar con la libido
Otro mito muy extendido es que la menopausia supone el fin de la vida sexual de una mujer. Sin embargo, la sexóloga explica que esto no tiene por qué ser así. Si la mujer ve este momento como «un paso liberador», la sexualidad puede incluso volverse más interesante. Además, con los hijos fuera de casa y sin preocupaciones por la anticoncepción, «todos los semáforos están en verde para hacer el amor».
El deseo sexual no es solo «mecánico» en los hombres
Existe también la creencia de que el deseo sexual masculino es más «mecánico» que el de la mujer, es decir, que se basa únicamente en procesos fisiológicos como la erección. No obstante, la experta aclara que el cerebro sigue siendo el principal órgano sexual, ya que es el responsable de desencadenar la respuesta física.
El placer femenino no se limita al clítoris o la vagina
Otro mito muy extendido es la creencia de que el placer sexual femenino se limita a dos zonas específicas: el clítoris y la vagina. Sin embargo, la sexóloga explica que el clítoris es un órgano tanto interno como externo, y que es el único implicado en la excitación y el placer de la mujer.
El fenómeno de las «mujeres squirting» sigue siendo un misterio
Por último, existe un mito en torno al fenómeno de las «mujeres squirting», es decir, aquellas que expulsan un líquido durante el orgasmo. Según la experta, «no se sabe bien de dónde viene este líquido», y confirma que este fenómeno no es innato, sino que puede aparecer a cualquier edad.
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