Los tampones menstruales y su peligro para la salud de las mujeres
Hoy en día es casi de dominio público que los productos para el cuidado del cuerpo, como lociones, desodorantes y cosméticos, suelen contener ingredientes tóxicos. Uno que es más sensible que otros son los tampones menstruales que las mujeres usan cada mes. Cada vez surgen más alertas para sensibilizar a las mujeres sobre los riesgos que corren con los tampones llenos de sustancias químicas que pasan del tampón al cuerpo a través de las mucosas.
Esto se debe a que la mayoría de los tampones, por ejemplo, están hechos de algodón, rayón u otras fibras de pulpa de madera, y estos materiales contienen subproductos tóxicos de desinfección. Estos provienen del proceso de blanqueo con cloro, incluyendo las dioxinas y los furanos, así como los pesticidas del algodón no orgánico, a menudo modificado genéticamente.
Una mujer podría utilizar 11.000 tampones a lo largo de su vida
Además, desde el punto de vista de la sostenibilidad, los tampones y las toallas sanitarias desechables distan mucho de ser productos respetuosos con el medio ambiente. Sólo la industria de las compresas es una industria multimillonaria. Se calcula que la mujer promedio utiliza 11.000 tampones en su vida. Cada uno de estos tampones, así como las toallas sanitarias, pueden tardar siglos en degradarse en un vertedero, sobre todo si se envuelven en plástico antes de tirarlos, por no hablar de los estragos que hacen los tampones en la vida marina cuando acaban en el mar y son confundidos con comida por las tortugas, por ejemplo.
La vagina: una puerta real para los productos tóxicos
La vagina de una mujer es realmente el lugar del cuerpo donde sólo deben introducirse los materiales más puros. Los tejidos de la vagina y la vulva son más permeables que el resto de la piel, lo que los hace especialmente vulnerables a las sustancias químicas e irritantes. Con sus membranas mucosas y numerosos vasos sanguíneos y linfáticos, es una puerta de entrada al resto del cuerpo para las sustancias químicas. Además, los tampones se dejan colocados durante horas, varios días al mes, lo que suma tiempo de exposición.
Las investigaciones han demostrado que no sólo las sustancias químicas se absorben y se propagan rápidamente por el cuerpo desde la vagina, sino que también algunas sustancias químicas, como las que imitan el efecto de las hormonas, pueden dar lugar a exposiciones “más altas de lo esperado” en el resto del cuerpo. Por ejemplo, una dosis de estradiol administrada por vía vaginal da lugar a un nivel sistémico de estradiol entre 10 y 80 veces superior al resultante de la misma dosis tomada por vía oral.
Otro motivo de preocupación son los productos químicos cancerígenos. Se ha investigado poco sobre sus efectos cuando la vagina está directamente expuesta a ellos. Los estudios demuestran que las dioxinas, posibles subproductos del proceso de blanqueo con cloro, se acumulan en el tejido graso. Las dioxinas suponen una grave amenaza para la salud pública, para la que no existe un nivel de exposición “seguro”. Los informes publicados muestran que incluso niveles bajos o diminutos de dioxinas pueden causar los siguientes efectos
- Crecimiento anormal del tejido en el abdomen y los órganos reproductores
- Desarrollo anormal de células en todo el cuerpo
- Supresión del sistema inmunitario
- Alteración del sistema hormonal y endocrino
Tampones menstruales: riesgo de síndrome de shock tóxico
Las fibras superabsorbentes de los tampones pueden aumentar el riesgo de síndrome de shock tóxico. Los tampones pueden crear un entorno favorable para el crecimiento de las bacterias. Los microdesgarros causados por los tampones en las paredes vaginales pueden permitir la entrada y acumulación de bacterias. Uno de los riesgos reconocidos asociados al uso de tampones es el riesgo de síndrome de shock tóxico (SST), que puede ser causado por las toxinas tóxicas producidas por las bacterias Staphylococcus aureus (estafilococo) o Streptococcus del grupo A (estreptococo). Sin embargo, el SST también se asocia a las fibras superabsorbentes que se encuentran en los tampones, como el rayón, una fibra de celulosa hecha de pulpa de madera. Muchos tampones convencionales están hechos de una mezcla de algodón y rayón, que es más barata y más absorbente.
¿Cómo usar tampones sin ponerse en peligro durante la menstruación?
- Evita los tampones super absorbentes, elige el de menor absorción posible según el flujo de tu periodo
- Nunca dejes un tampón durante la noche: utiliza toallas sanitarias especiales para la noche
- Al introducir un tampón, tenga mucho cuidado de no arañar la mucosa vaginal (evite los aplicadores de plástico)
- Alternar el uso de tampones y toallas higiénicas o protectores diarios durante la menstruación
- Cambia tu tampón al menos cada 4-6 horas
- No utilices un tampón fuera de tu periodo
Por último, si quieres renunciar a los tampones, existen alternativas reutilizables, como las copas menstruales de silicona o las toallas sanitarias y los forros de tela.
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