¿Por qué las líneas que dividen los carriles en las carreteras son amarillas?
Representan un elemento fundamental de la infraestructura vial
Las líneas que dividen los carriles en las carreteras son más que un simple detalle estético. Estos marcadores viales color amarillo tienen una función vital para garantizar la seguridad de los conductores, peatones y demás usuarios de la vía. Desde su adopción a principios del siglo XX, el color amarillo se ha convertido en un elemento icónico y omnipresente en las redes viales de todo el mundo.
La elección del color amarillo para las líneas divisorias de carriles no fue una decisión arbitraria. De hecho, se basó en un profundo entendimiento de la fisiología y la percepción visual humana. Según estudios, el ojo humano es más sensible a los tonos verdes y amarillos, incluso a distancia.
Este fenómeno se debe a la distribución de los conos y bastones en la retina. Los conos, responsables de la visión en color, se concentran más en la zona central de la visión, mientras que los bastones, encargados de la visión en blanco y negro, se distribuyen de manera más uniforme. Al ser más abundantes en la periferia, los bastones son más eficaces para detectar movimiento y cambios de contraste, como es el caso de las líneas divisorias.
Además, el amarillo destaca más que otros colores en condiciones de baja luminosidad, lo que lo convierte en la elección ideal para señalizar las vías, especialmente durante la noche o en situaciones de poca visibilidad.
Funciones de las líneas que dividen los carriles en las carreteras
Más allá de su fácil visibilidad, las líneas amarillas cumplen una serie de funciones esenciales para la circulación segura en las carreteras:
Separación de carriles
Quizás la función más básica de estas líneas es la de dividir los carriles de circulación, ya sea en una vía de sentido único o de doble sentido. Esto ayuda a los conductores a mantener su trayectoria y evitar colisiones con vehículos que circulen en dirección opuesta.
Indicación de adelantamiento
Las líneas amarillas también informan a los conductores sobre cuándo está permitido o prohibido adelantar a otros vehículos. Una línea continua significa que el adelantamiento está prohibido, mientras que una línea discontinua indica que se puede realizar la maniobra de forma segura.
Señalización de doble sentido
Cuando las líneas amarillas son dobles y continuas, indican que la vía tiene circulación en ambos sentidos. Esto es fundamental para que los conductores tomen las precauciones necesarias al acercarse a estas secciones de la carretera.
Delimitación de zonas de estacionamiento
Además de las funciones relacionadas con la circulación, las líneas amarillas también se utilizan para señalizar las áreas donde está permitido o prohibido estacionar. Esto ayuda a mantener el orden y la fluidez del tráfico.
Más allá de las carreteras: Otras aplicaciones del amarillo
Si bien las líneas amarillas en las carreteras son probablemente la aplicación más conocida, este color también se utiliza en otros contextos relacionados con la seguridad vial:
Señales de tráfico
Además de las líneas divisorias, el amarillo se emplea en diversas señales de tráfico, como los semáforos y los triángulos de advertencia. Su alta visibilidad lo convierte en el color ideal para captar rápidamente la atención de los conductores.
Luces de advertencia
Muchos vehículos, como grúas, camiones de mantenimiento o ambulancias, cuentan con luces de color amarillo que se activan para advertir a otros usuarios de la vía sobre su presencia y la necesidad de extremar las precauciones.
Iluminación de bicicletas
Para mejorar la visibilidad de los ciclistas en la oscuridad, se recomienda el uso de luces amarillas, tanto en la parte delantera como trasera de la bicicleta. Esto ayuda a que otros conductores puedan detectar su presencia con mayor facilidad.
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