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La Iglesia católica pide perdón por los más de 4.000 casos de pederastia

El pedido de perdón tendrá una “expresión pública en abril” en Fátima, ciudad en el centro de Portugal

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Gracias a un informe, se concluyó que más de 4.800 niños sufrieron de abuso sexual por parte de miembros de la Iglesia Católica, pese a que públicamente los obispos pidieron perdón a las víctimas, los sacerdotes acusados de pederastia que actualmente trabajan en la institución no serán retirados.

Por su parte, la Iglesia católica de Portugal pidió perdón a las víctimas que fueron objeto de pederastia por parte de miembros del clero. Por medio de un comunicado, los obispos de esta institución señalaron que se excusan “con dolor” de los actos de abuso sexual que se registraron desde 1950.

El pedido de perdón tendrá una “expresión pública en abril” en Fátima, ciudad en el centro de Portugal. De igual manera, señalaron que se construirá un monumento con el fin de homenajear a las víctimas durante la próxima Jornada Mundial de la Juventud.

Asimismo, los obispos prometieron tomar “medidas concretas” con relación a los hallazgos en un informe de un órgano independiente creado por la Conferencia Episcopal de Portugal (CEP). En dicha investigación se señaló que por lo menos 4.815 niños fueron víctimas de pederastia. Del total de los casos, solo 25 han sido remitidos a la Fiscalía para ser investigados, mientras que el 95 % ya ha prescrito.

Tales agresiones fueron encubiertas por la jerarquía eclesiástica de forma “sistemática”, subrayó el documento que fue publicado el 13 de febrero con base en los 500 testimonios. Otro de los hallazgos del informe consistió en indicar que la mayoría de los niños abusados tenían entre 10 y 14 años cuando fueron agredidos sexualmente, la mayoría de las veces por sacerdotes del clero católico.

En el comunicado, los obispos aseguraron que habrá “tolerancia cero con todos los abusadores y con los que, de alguna manera, ocultaron los abusos llevados a cabo en el seno de la Iglesia Católica”. Seguidamente dijeron que “las heridas infligidas a las víctimas son irreparables. Garantizamos que, si lo desean, tendrán nuestro (…) acompañamiento espiritual, psicológico y psiquiátrico”, mientras que “las diócesis asumen el firme compromiso de brindar todas las ayudas para que eso suceda”.

Daniela López González

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