La historia de la primera latina que podría ser ejecutada en Estados Unidos
Su defensa y sus familiares sostienen que la mujer es inocente
La mexicana Melissa Lucio ha pasado los últimos 13 años de su vida en una prisión estadounidense; en donde fue condenada a la pena de muerte y ya tiene fecha para ser ejecutada. La razón de la drástica medida obedece a que ha enfrentado un proceso por el fallecimiento de su hija; algo de lo cual la justicia la halló culpable.
La menor perdió la vida a los 2 años, cuando la familia hacía una mudanza. La autopsia concluyó que fue torturada a golpes; pero su madre y demás familiares aseguran que no es cierto, que todo fue una caída producto de un accidente y que Lucio debe ser excarcelada con base en su inocencia.
Según lo reseñado por la BBC Mundo, esta mujer podría ser ejecutada en este 27 de abril; razón por la cual su defensa ha pedido una prórroga de al menos 120 días para demostrar que no tuvo responsabilidad alguna. Los abogados a cargo señalan irregularidades en la investigación y señalan a la ley de haber omitido pruebas concluyentes a favor de la mexicana.
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«La doctora Farley falló al no considerar la historia médica previa de Mariah, la cual incluía dificultad para caminar y caídas documentadas (causadas por un trastorno), al igual que una herida traumática cerebral anterior; información sobre el comportamiento de Mariah días antes de morir, incluyendo exceso de sueño y una pérdida de apetito, los cuales eran consistentes con trauma a la cabeza luego de una caída accidental»; alegaron.
Solicitud de clemencia para que no sea ejecutada
Los abogados presentaron ante la ley una solicitud de clemencia para dilatar la ejecución; la familia también lo hace aunque no formalmente.
Vale decir que Melissa Lucio, cabeza de una familia en la que la pobreza era la premisa, confesó en su momento que era culpable. Sin embargo, presuntamente la habría presionado para ello y un así lo habría determinado un psicólogo cuyo testimonio no fue en cuenta para emitir condena, según detalla la defensa.
«La fastidiaron y la regañaron y le gritaron hasta que finalmente accedió a sus demandas y a la insistencia de que era culpable de hacerle daño a su hija»; dijo Sandra Babcock sobre el interrogatorio que se extendió por más de 5 horas; tiempo en el que Melissa no tuvo acceso a agua ni a alimentación.
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