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Habló desde la cárcel de Haití, uno de los colombianos implicados en el magnicidio

Al mandatario le quitaron la vida en su lugar de residencia ubicado en Puerto Príncipe. Militares colombianos presuntamente lideraron el ataque

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Han pasado ocho meses desde que Jovenel Moise, expresidente de Haití, perdió la vida en medio de un ataque de mercenarios perpetrado en su lugar de residencia. Sin embargo, aún hay muchas dudas sobre las razones y el verdadero plan que se seguía aquella madrugada del 7 de julio de 2021.

Tras el magnicidio y la conmoción mundial que eso causó, trascendió que un grupo de colombianos presuntamente estuvo al frente del ataque; incluidos algunos militares retirados. Uno de ellos es el sargento Edwin Blanquicet, quien a pesar del suceso, sostiene que es inocente.

En entrevista exclusiva para La FM, Blanquicet habló al respecto desde la cárcel de Puerto Príncipe y afirmó que se trató de una «emboscada»; ya que según su relato, fue la misma Policía de Haití la que le entregó las armas a él y a sus compañeros.

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Dice que no asesinaron al presidente de Haití

Este sargento dice que su permanencia en Haití obedecía a «cuidar» a un hombre que estaba próximo a lanzarse a la Presidencia, y que un día antes del magnicidio recibió una llamada de la Policía local para movilizarse a hacer un «acompañamiento».

«Nos suben hacia una casa de la montaña y en esa casa había más policías y estaba el resto del grupo de nosotros… Estábamos con la Policía de Haití, nosotros nunca hicimos las cosas solos, nunca planeamos cosas solos. Solamente la Policía nos pidió el apoyo de un acompañamiento», expresó.

Asimismo contó que la orden que les habían dado era ayudar en la captura a Moise, algo a lo que no se negaron pues su compañía de seguridad en Miami, había dado la autorización. Sobre las 2:00 de la mañana bajaron de la montaña para ir a cumplir tal cometido. Pero para su sorpresa, llegando a la residencia presidencial notó comportamiento extraños.

Detalla que había «dos núcleos de resistencia de la Policía» y que ya llegando al lugar se dio cuenta de que los uniformados que custodiaban al mandatario se tiraron al suelo cuando vieron que llegaban los otros oficiales que estaban con él en la montaña. Esto comenzó a generarle desconfianza pues nadie opuso resistencia a lo se supone era un acción que afectaba al jefe de Estado.

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Al llegar a las afueras de la vivienda presidencial, dice que él se montó en el techo de una casa «de plancha», con el objetivo de mirar hacia el interior, mientras su compañeros trataban de abrir una puerta para ingresar.

«Para nosotros entrar a esa casa duramos más de 17 minutos… Más tiempo que suficiente para que la guardia sacara al presidente y a su familia», dijo, no sin antes agregar que cuando miraba desde el techo del hogar vecino, se dio cuenta que había mucha soledad al interior.

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«Cuando yo estaba en la casa en la plancha, en el segundo piso, a mano derecha, en una habitación del fondo veo unos fogonazos, unos disparos; y me tiro porque pensé que me estaban disparando a mí, yo era la única persona visible desde ese segundo piso», explicó.

En ese sentido dice que sus compañeros en ese momento escucharon la balacera y reaccionaron para proteger a los miembros de la Policía haitiana que estaban junto a él. Pero para su sorpresa, comenzó un intercambio de disparos que no tenía fin.

Indica que dentro de la casa del presidente habían vehículos blindados y un arsenal de armas, mientras que la comitiva colombiana solo contaba con un fusil y un proveedor; algo que -a su juicio- es una prueba de que no iban preparados para matar a nadie.

También relata que los policías haitianos con los que llegaron al sitio «se desaparecieron» y no alcanzaron a ver por donde huyeron. «Nos dejaron solos», expresó.

Según el sargento Edwin Blanquicet, el informe forense que se le practicó al cuerpo de Jovenel Moise reveló que el homicidio se cometió a la 1:00 de la mañana; es decir, una hora antes de que los colombianos llegaran.

 

 

 

 

Víctor Castro Gutierrez
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