Espeluznante crimen en Montería: hallaron cabeza de una mujer en el río Sinú
Días antes había sido reportada como desaparecida
La Policía Metropolitana y demás autoridades de Montería, buscaban desde hace varios días a María Angélica Valencia Rodríguez, quien estaba en calidad de desaparecida. La búsqueda culminó este domingo con un trágico desenlace que le quitó a sus familiares las esperanzas de volverla a ver con vida.
Y es que habitantes de las riveras del río Sinú, a la altura del municipio San Pelayo, encontraron la cabeza de Valencia Rodríguez flotando en el agua dentro de una caja. El escalofriante hallazgo acabó por confirmar que tal y como se especulaba, la habían asesin@do.
Del resto del cuerpo aún no hay pistas, lo que sí hay es muchas sospechas sobre su esposo, ya que a este se le perdió el rastro y en la casa que ambos compartían en el barrio Los Garzones, norte de Montería, se encontraron muchas irregularidades.
Viajó velozmente hacia Montería
Medios locales obtuvieron el testimonio de la madre de la víctima, quien reside en Caquetá, pero al enterarse de la desaparición viajó sin pensarlo a la capital de Córdoba. Inicialmente a ella le habían dicho que Valencia Rodríguez no llegó a su puesto de trabajo el pasado 28 de octubre y eso generó mucho desconcierto. Se desempeñaba como estilista en un centro comercial de la ciudad.
Sin embargo, cuando la progenitora llegó a la vivienda encontró cosas y situaciones que le parecieron extrañas, como por ejemplo, el hecho de que la ropa de su hija no estaba y su yerno (militar pensionado) tampoco. Además el patio estaba recién lavado con detergente como si alguien intentó limpiar rastros de algo.
«Recibí una llamada de su jefe donde me informaba que era muy raro que María Angélica no había llegado a trabajar y que nadie daba razón de ella porque los hijos mayores no estaban en la casa. Yo vivo en Florencia y de allí me vine a Montería y al llegar a la casa de mi hija encontré un panorama muy extraño. Como por ejemplo el patio recién lavado con mucho detergente y unas botas y unos zapatos todos sucios y del cuarto de mi hija el esposo Vladimir se llevó su ropa y no me ha dado la cara. Por allí llamó a los hijos diciendo que él no llegaba a la casa porque después los policías le iban a hacer preguntas», explicó.
Luego reveló que ese hombre a quien llamó Vladimir, ya había maltratado antes a la hoy occisa, al punto de que estuvo cerca de dejarla sin un ojo. En ese momento hubo una denuncia, pero luego la retiraron porque creyeron en la promesa de que él iba a cambiar. Ahora no hay rastro de donde se encuentra.
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