En medio de un contexto de escalada de violencia, el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciaron que las negociaciones de paz se reanudarán en enero, enfocándose en revisar los acuerdos alcanzados desde 2022 y evaluar la posibilidad de reestablecer el cese al fuego, interrumpido en agosto.
Las recientes reuniones en Caracas, Venezuela, sirvieron para reiniciar un diálogo que había quedado en suspenso tras un ataque del ELN a una base militar en septiembre, que intensificó los enfrentamientos armados.
Una «estrategia equivocada»
El jefe negociador del ELN, Pablo Beltrán, criticó al Gobierno por lo que considera una estrategia equivocada de dividir grupos armados en el marco de la «paz total». Según Beltrán, este enfoque genera nuevos ciclos de violencia, como ha ocurrido con «Los Comuneros del Sur». Además, acusó a las autoridades de incumplir acuerdos al realizar operativos militares contra el ELN y pidió acciones para evitar futuras violaciones a los compromisos.
Mientras tanto, los enfrentamientos recientes han complicado aún más el proceso. La semana pasada, cinco soldados perdieron la vida en un ataque con explosivos atribuido al ELN en el noroeste del país, seguido de un operativo policial que resultó en la muerte de siete guerrilleros en el norte.
Aunque no se ha definido el lugar para la próxima ronda de diálogos, las partes coinciden en que es necesario restablecer la confianza para avanzar en la búsqueda de una solución pacífica.