Actualidad

El papa vuelve a urgencias: lo someterán a intervención quirúrgica

El Vaticano reveló detalles de la situación

Suscribite a nuestro canal para recibir toda la información

El estado de salud del papa Francisco sigue siendo preocupante desde la última vez que entró a una sala de urgencias, y ahora se ha agravado de tal manera que volvió a la clínica y detectaron un gran riesgo que llevó a los médicos a tomar la decisión de ingresarlo a quirófano de inmediato.

La mañana de este miércoles el Vaticano informó que el sumo pontífice se dirigió al Hospital Gemelli después de la audiencias general de este 7 de junio, para que los médicos lo atendieron. Al hacer la revisión que corresponde, los especialistas determinaron una afectación considerable a nivel estomacal y digestivo.

«Será sometido bajo anestesia general, a una laparotomía y cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis», explicó la santa sede en un comunicado oficial. 

Asimismo, Mateo Bruni, jefe de prensa del papa y de los asuntos del Vaticano en general, dijo que «la operación, concertada en los últimos días por el equipo médico que asiste al Santo Padre, se hizo necesaria debido a un laparocele incarcerado que le está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran».

Según el papa Francisco “se ha declarado la Tercera Guerra Mundial” | mutilación genital femenina | relaciones diplomáticas
Foto: Twitter @ovaticano

¿Qué es exactamente lo que tiene el papa?

En su página web la Clínica Mayo explica que un laparocele incarcerado, también conocido como hernia inguinal, se genera «cuando una porción de tejido, como una parte del intestino, se empuja hacia afuera a través de un lugar debilitado en los músculos abdominales» y crea un bulto.

papa francisco
Foto: @franciscus en Instagram

Ese bulto, dice la fuente, no es peligroso al punto de generar riesgo de fallecimiento inminente, pero sí es necesario atacarlo a la mayor brevedad posible pues no desaparece por sí solo.

Algunos de los síntomas que esto genera son sensación de dolor o ardor, pesadez, debilidad, hinchazón en los testículos, incomodidad en la ingle, fiebre, vómitos, incapacidad para deponer heces, entre otros. Estos tres últimos son una señal de que la situación ya amerita mucho más cuidado.

Víctor Castro Gutierrez

Publicaciones relacionadas