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El enorme abismo que se abrió en Turquía tras el fuerte terremoto

Un habitante de ese distrito explicó que una vez empezó el terremoto se escuchó un “sonido increíble”

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La ONU hizo un llamado de atención este miércoles para hacer donaciones que ayuden a enfrentar las “inmensas necesidades” de millones de personas sin vivienda ni alimentos tras el fuerte terremoto que destruyó parte de Turquía y Siria, el cual ha dejado casi 40.000 personas sin vida.

Este, además de acabar con la vida de miles de personas, creó un profundo abismo en medio de un campo de olivas en Turquía. Los expertos aseguran que el movimiento telúrico hizo que un verde olivar se dividiera en dos, creando un valle de unos 300 metros que ahora divide el área en el distrito de Altınozu, en el sureste de Turquía, que limita con Siria.

En cuanto a la hendidura, se supo que este alcanza más de 40 metros de profundidad. Por su parte, Irfan Aksu, habitante de ese distrito, explicó a la agencia de noticias turca Demioren que una vez empezó el terremoto se escuchó un “sonido increíble” en el lugar donde vivía.

“Era como un campo de batalla cuando nos despertamos. (…) Este no es un pueblo pequeño, hay 1.000 casas y aquí viven 7.000 personas. Claro que tenemos miedo… si hubiera estado un poco más cerca, hubiera pasado en medio de nuestro pueblo”, dijo Aksu al medio citado anteriormente.

Mientras tanto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, alertó a los Estados miembros del organismo a aportar “sin demora” 397 millones de dólares para asegurar “una ayuda humanitaria que necesitan desesperadamente casi cinco millones de sirios”, empezando porque necesitan “refugio, atención médica y alimentos”.

Guterres puntualizó que pronto hará un llamamiento similar para ayudar a Turquía. “Las necesidades son inmensas” y “sabemos que la ayuda para salvar vidas no está llegando a la velocidad y escala necesarias”, insistió Guterres. “Una semana después de los devastadores sismos, millones de personas en la región luchan por sobrevivir, sin hogar y bajo temperaturas glaciales”, agregó.

Daniela López González

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