Daniel Sancho adquirió una «obsesión» diaria dentro de la cárcel en Tailandia
Su apariencia ya no es como la de las fotos que le han dado la vuelta al mundo
Daniel Sancho ya no es el mismo que era hace dos meses, ni física ni emocionalmente. Su larga, rubia y característica cabellera ya no existe, porque en las cárceles tailandesas los reclusos deben estar rapados; y además tiene un estado anímico de resignación ante su inminente cadena perpetua, o en el peor de los casos, pena de mu3rt3.
Watcharapong Boonsaior, director de la prisión en la que se encuentra el español, dijo que desde el primer él ha adquirido una obsesión diaria que -hasta cierto punto- ha generado un poco de preocupación. Esa obsesión es estudiar su caso a fondo, analizando todos los escenarios a los que se puede enfrentar una vez se emita la sentencia en su contra.
«A falta de abogado, Daniel Sancho ocupa todas las horas del día a estudiar su caso, se ha convertido en una obsesión para él», dijo Boonsaior, no sin antes hacer un paréntesis para decir que muy de vez y cuando se detiene un momento para hacer un poco de ejercicio.
Negada la extradición de Daniel Sancho a su natal España
A que pesar de los argumentos presentados por la defensa, este 19 de septiembre se conoció que a Daniel Sancho se le negó completamente la extradición hacia España, su país natal, y es muy probable que deba pasar el resto de sus días en Tailandia, muy lejos de los suyos.
Para lograr que Tailandia lo extraditara a Europa, la defensa de Daniel Sancho optó por un recurso que según muchos abogados rayó en lo «absurdo», ya que se pidió a la justicia española que lo pidiera en extradición al gobierno tailandés por un caso de lesiones personales en el que el procesado estuvo involucrado en el año 2019.
En aquella época el joven tuvo una pelea por no respetar la fila para tomar un taxi, y eso terminó en una agresión mutua entre él y la otra persona implicada. En tal sentido, la Fiscalía de España consideró que pedir una extradición por un delito como ese, y hacerlo en este momento, estaba fuera de lugar.
Recordemos que fue en una isla tailandesa en donde él le quitó la vida al médico colombiano Edwin Arrieta. Los hechos ocurrieron el pasado 2 de agosto en la habitación de un hotel en el que ambos se estaban hospedando.
De acuerdo con el relato del victimario, entre ambos comenzó una pelea por motivos pasionales que terminó en tragedia; él último al cirujano mediante degollamiento y luego lo descuartizó en 17 partes (solo ocho aparecieron).
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