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Cuál es la manera correcta de limpiar los oídos

En los casos, cuando se presenta un exceso de cera y causa un taponamiento del oído solo un doctor está autorizado para realizar dicha limpieza.

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El oído humano es muy sensible. Lo tenemos en cuenta cuando hablamos de los peligros de la contaminación acústica y de los beneficios de pasar un rato al día en completo silencio. También, por supuesto, cuando pensamos en el cuidado de los oídos y en su higiene.

En los casos, cuando se presenta un exceso de cera y causa un taponamiento del oído solo un doctor está autorizado para realizar dicha limpieza.

Sin embargo, las personas pueden limpiar el oído externo, el cual está compuesto por el lóbulo de la oreja y el borde de la abertura del canal auditivo. Lo recomendable es utilizar un paño suave y evitar usar copos de algodón, bastones de algodón u otro tipo de elementos similares

¿Cómo limpiar los oídos?

  • Humedecer un paño con agua tibia.
  • Exprimir el paño para verificar que no tenga demasiada agua.
  • Limpiar el oído externo y detrás de las orejas.
  • Se puede utilizar un hisopo de algodón solo para limpiar los pliegues de las orejas.

En tales circunstancias, se debe acudir a la consulta de un audiólogo o un otorrinolaringólogo. El especialista puede quitar el cerumen acumulado a través de dos técnicas.

La primera consiste en el lavado o irrigación del oído. El médico indica la aplicación de unas gotas en los días previos para ablandar el cerumen, y luego, por medio de la presión del agua templada expulsada por una jeringa otológica, retira el tapón.

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La segunda implica retirar el cerumen de forma manual, con ayuda de una pequeña pinza y un microscopio. Se trata de una tarea de precisión, pues -como se ha señalado al comienzo- el oído es muy sensible.

Debido a ello, de ningún modo se debe intentar quitar un tapón de cera con objetos punzantes como una horquilla para el pelo. Los expertos también desaconsejan los remedios caseros, como aceites de oliva o almendras, ni agua con sal, ni velas (un estudio demostró que la llamada “conoterapia” no es efectiva y presenta graves riesgos).

Y, más allá de cómo limpiarse los oídos, también se debe tener muy presente la higiene de los productos que se introducen en el conducto auditivo, tales como auriculares, tapones para dormir o audífonos.

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Lina Muñóz Rojas
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