Colombia es el país con más madres solteras de todo el mundo; estadísticas son alarmantes
Colombia enfrenta una crisis alarmante en la paternidad, donde aproximadamente el 80% de los niños nacidos en el país son criados únicamente por sus madres. Esta realidad refleja una preocupante radiografía de la dinámica familiar en la nación, con profundas implicaciones sociales y económicas para las mujeres que se ven obligadas a asumir la totalidad de la responsabilidad parental.
A medida que el número de madres solteras continúa aumentando, la carga sobre ellas se vuelve cada vez más pesada, limitando sus oportunidades de desarrollo personal y profesional. Más allá de las cifras, esta crisis pone en evidencia la necesidad urgente de abordar los factores subyacentes que perpetúan la ausencia paterna y las desigualdades de género en el país.
La realidad estadística: Un panorama desalentador
Según un estudio realizado por la Universidad de La Sabana, Colombia se destaca como el país con la mayor tasa de madres solteras a nivel mundial. De cada diez niños nacidos en el territorio nacional, al menos ocho son criados exclusivamente por sus madres. Esta tendencia se ha acentuado en los últimos años, reflejada en un crecimiento significativo en las demandas por inasistencia alimentaria, la gran mayoría de ellas dirigidas contra los padres.
Los datos proporcionados por la Fiscalía General de la Nación son alarmantes: en 2020 se registraron 30.203 casos de inasistencia alimentaria, lo que equivale a aproximadamente 83 casos por día. Esta cifra aumentó aún más en 2021, durante la pandemia de COVID-19, con 41.846 procesos de este tipo. Incluso en 2022, se interpusieron 30.069 denuncias, y el año 2023 cerró con alrededor de 40.000 casos.
Aún más preocupante es el hecho de que, del total de casos, el 86% corresponde a hombres que incumplen su deber de asistencia económica a sus hijos, en contraste con solo el 7,72% de mujeres.
La maternidad adolescente, un problema creciente
Otro aspecto alarmante de esta crisis es el aumento en la tasa de maternidad adolescente en Colombia. Según cifras recopiladas por Planned Parenthood Global, alrededor del 18% de los bebés que nacen en el país tienen como madre a una mujer entre los 14 y 19 años de edad. Esta situación agrava aún más la carga sobre las madres solteras, quienes a menudo se ven obligadas a interrumpir su educación y desarrollo personal para dedicarse por completo al cuidado de sus hijos.
A pesar de que la inasistencia alimentaria es considerada un delito en Colombia, con penas de hasta tres años de prisión, son pocos los padres que terminan condenados o encarcelados. Según datos de la Fiscalía, del total de denuncias presentadas entre 2010 y 2020, solo el 2,14% (16.044 casos) tuvieron una condena. El resto de los casos se encuentran aún en etapa de indagación, lo que representa el 86% (643.131 casos).
Esta realidad frustra a las madres solteras que buscan que los padres asuman su responsabilidad. Carolina Urda, fundadora de la Fundación Madres Solteras Colombia, relata su propia experiencia de tener que enfrentar una maternidad en solitario, luchando contra la burocracia y la falta de apoyo del sistema.
«En mi caso, me la pasaba de juzgado en juzgado. Me tocó asumir sola la responsabilidad, y mi mamá, madre soltera también, era quien me ayudaba. Los ginecobstetras me decían que mejor abortara, pero por mis principios cristianos eso nunca fue opción. Entonces, le pedí a Dios un milagro: que mi hija naciera perfecta. Si eso pasaba, me dedicaría a trabajar por las mujeres en la misma situación para que no se sintieran tan solas y desprotegidas como lo estuve yo», cuenta Carolina.
El registro de deudores alimentarios morosos
En un intento por abordar esta problemática, en 2021 se creó el Registro de Deudores Alimentarios Morosos (REDAM) en Colombia. Este registro tiene como objetivo reportar a aquellos padres que no cumplen con sus obligaciones alimentarias, exponiendo a los irresponsables a sanciones como la inhabilitación para aspirar a cargos públicos o la pérdida de derechos paternos.
Sin embargo, la abogada Yadira Alarcón, directora de la Especialización en Derecho de Familia de la Universidad Javeriana de Bogotá, señala que esta medida ha tenido un impacto limitado. «En un momento dado, el país vio con impotencia que los recursos legales existentes se quedaban cortos para contener la situación. Por eso, en 2021 nació el Redam, Registro de Deudores Alimentarios Morosos, diseñado para reportar a aquellos padres que no cumplen con su cuota alimentaria», explica la experta.
El estigma y la discriminación: barreras adicionales para las madres solteras
Además de los desafíos legales y burocráticos, las madres solteras en Colombia enfrentan un estigma social que las margina y limita aún más sus oportunidades. Carolina Urda señala que «mientras tanto, a las madres solteras nos siguen estigmatizando y hasta negando trabajos, lo que hace que nuestra realidad sea mucho más dura».
La terapeuta familiar Inés Sánchez Buitrago, que ha asesorado a entidades como el ICBF, atribuye esta realidad a una idea equivocada que ha arraigado en la sociedad colombiana: «los padres no son tan necesarios en la crianza de los hijos». Esta percepción machista contribuye a que las madres solteras se sientan aún más desprotegidas y desvalorizadas en su labor.
El impacto en el desarrollo de los niños
La ausencia paterna tiene un impacto profundo en el desarrollo emocional, social y académico de los niños. Sánchez Buitrago señala que «en Colombia, la conmemoración del Día del Padre es agridulce: este es un país de padres ausentes, de hijos que nunca llegan a conocerlos o que ven esta figura solo como un hombre que manda un dinero cada mes, a veces por cifras ridículas, como 50.000 pesos, que no alcanzan para cubrir las necesidades básicas de un niño».
Además, la experta revela una preocupante tendencia: «lo triste es que de cada diez que se practican solo tres salen negativas. Pensémoslo de otro modo: siete de cada diez hombres niegan ser los responsables de un hijo que concibieron». Esta realidad demuestra la falta de compromiso y responsabilidad de muchos padres, con consecuencias devastadoras para el bienestar de los menores.
La carga económica y emocional sobre las madres solteras
La carga que recae sobre las madres solteras en Colombia es abrumadora, tanto a nivel económico como emocional. Muchas de ellas, como señala Carolina Urda, «son mujeres que no tienen ni un bachillerato siquiera». En la Fundación Madres Solteras Colombia, el 90% de las mujeres que acuden en busca de apoyo se encuentran en esta situación.
La maternidad temprana y la falta de apoyo paterno truncan las posibilidades de estas mujeres de estudiar, desarrollarse profesionalmente y ascender social y económicamente. Esto las deja en una situación de vulnerabilidad que se perpetúa a través de generaciones.
El rol del Estado
Según Carolina Urda, el Estado colombiano ha fallado en brindar el apoyo y acompañamiento necesario a las madres solteras. «Las Comisarías de Familia viven congestionadas y pueden pasar meses para que te den una cita. Al Estado le ha quedado grande la tarea de brindar ayuda psicosocial y jurídica a las madres que buscan que los padres respondan. Es como si rogaran por algo que vulnera los derechos no solo de ellas, sino, lo más preocupante, de millones de niños», lamenta.
Esta falta de respuesta estatal deja a las mujeres en una situación de desamparo, obligándolas a enfrentar solas los desafíos de la maternidad y la lucha por que los padres asuman sus responsabilidades.
Retos hacia una paternidad más responsable
Para lograr un cambio significativo en la crisis de la paternidad en Colombia, se requiere un esfuerzo conjunto de la sociedad, las instituciones y los propios padres. Es necesario erradicar la idea errónea de que los padres no son tan necesarios en la crianza de los hijos, así como combatir el estigma y la discriminación que enfrentan las madres solteras.
Además, el Estado debe asumir un papel más activo en la provisión de apoyo psicosocial, jurídico y económico a estas mujeres, garantizando que puedan acceder a los recursos y servicios que necesitan de manera oportuna y eficiente.
Solo a través de un abordaje integral y sostenido, Colombia podrá avanzar hacia una sociedad más equitativa, donde la paternidad sea una responsabilidad compartida y los niños puedan contar con el apoyo de ambos progenitores. Este es un desafío que, de superarse, tendrá un impacto positivo en el desarrollo y bienestar de las próximas generaciones.
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