Cinco dolencias en tu cuerpo que no debes ignorar
En ocasiones suelen confundirse con "achaques de rutina" pero pueden ir más allá
Por la posición de trabajo en la oficina, por el hábito al dormir, por tareas pesadas o por oficios del hogar, el cuerpo puede presentar algunas dolencias de manera recurrente. En ocasiones estas pueden tomarse como un «achaque de rutina»; pero lo cierto es que restarles importancia podría traer consecuencias considerables.
Las piernas, las manos, los brazos, los pies, el cuello y la espalda son las zonas del cuerpo en donde el dolor hace más presencia. Dado el caso podríamos creer que se trató de un movimiento brusco, de un peso mal distribuido, del común avance de los años, o «del frío», que es una de las frases comunes en las abuelas.
Sin embargo, ni las abuelas ni ningún otro ciudadano que no sea médico o fisioterapeuta puede determinar con exactitud el origen o las consecuencias de las dolencias, razón por la cual la recomendación es consultar con expertos y no dejar pasar ninguna señal de que algo no está funcionando correctamente.
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Dolencias más comunes
- Dolor en un ojo: el ardor, la sensación de tener algo dentro o de pesades y cansancio, pueden requerir más que un lavado o un buen tiempo de descanso. El porta web MedilinePlus dice que es necesario buscar ayuda profesional cuando la inquietud se extiende por más de dos días; también cuando disminuye la visión y cuando el ojo enrojece, se inflama o secreta.
- Dolor en las muñecas: en esta parte del cuerpo las dolencias pueden ser causadas por esguinces, pero también pueden estar avisando problemas a largo plazo; como artritis o el síndrome del túnel carpiano, que es la afectación es uno de los nervios de la mano. Es necesario recurrir al médico cuando el dolor es constante y deriva en inflamación.
«Un retraso en el diagnóstico y tratamiento puede provocar mala consolidación reducción de la amplitud del movimiento y discapacidad a largo plazo», dice MayoClinic.
- Dolor abdominal: en principio podría ser tema de gases intestinales, pero de ser así, pasaría en cuestión de horas. Si es al contrario y viene acompañado de hinchazón, vómitos e incluso fiebre, puede estar advirtiendo una apendicitis o una infección que amerita tratamiento especializado.
- Dolor en las piernas: suele comenzar con un calambre que parecería común, pero si luego el dolor es constante y la extremidad se pone fría y pálida, el daño en la circulación puede ser grave. Otra señal de alerta es que el dolor genere fiebre y que al caminar empeore o se enrojezca.
- Dolor en una herida: en este caso las dolencias pueden estar asociadas por infecciones, como resultado de la no limpieza correcta de la herida. Eso en cuestión de días se transforma en enrojecimiento de la piel afectada, fiebre y posible secreción.
«El dolor cónico es el que persiste en el cuerpo y se presenta aún sin tocar la herida… Bajo estas condiciones el dolor pierde su finalidad, que es el de alertar, y se convierte en sí mismo en una enfermedad», reseña Curacióndeheridad.mx.
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