Autismo en los niños: un diagnóstico a tiempo ayuda a una mejor atención
En el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo, se hace hincapié en el diagnóstico del TEA en los niños pequeños.
Este 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el autismo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 cada 160 niños tienen autismo. En Colombia no existen estadísticas oficiales que evidencien cuántas personas en el país la padecen, aunque se calculan que son aproximadamente 115.000 casos en el territorio nacional.
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a diferentes áreas del desarrollo del niño: lenguaje, sociabilidad, desarrollo motor y sensorial… En la actualidad, en Colombia, el autismo se detecta en niños de entre 2 y 5 años, demasiado tarde, según los especialistas.
De hecho, ya es posible detectar el autismo a partir de los 18 meses de edad: un diagnóstico que, sin embargo, choca con las desigualdades en el acceso a la atención en todo el país y con la falta de visibilidad para las familias, que no siempre saben a quién dirigirse.
Autismo en los niños: señales que pueden alertar a los padres
Además, el diagnóstico del autismo sigue siendo difícil de establecer, sobre todo en la primera infancia: el TEA puede confundirse con otros trastornos que también pueden alterar la comunicación y la interacción social -trastornos específicos del lenguaje y del aprendizaje conocidos como «trastornos dis», trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), etc.
Si el autismo del niño es de baja gravedad y no está asociado a una discapacidad intelectual, también puede pasar desapercibido hasta que las exigencias sociales sean mayores (entrada en el colegio, en la universidad, etc.), ya que el niño puede «compensar» en cierta medida sus dificultades, dicen los expertos.
Aunque el diagnóstico del autismo es complejo, algunos signos deben alertar a los padres: ausencia de balbuceo, de señalización con el dedo a distancia o de gestos sociales antes de los 12 meses, de palabras a partir de los 18 meses y de asociación de palabras a partir de los 24 meses.
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Signos de alerta durante los 3 primeros años de vida
Según la Liga Colombiana de Autismo algunos signos que pueden presentarse en el desarrollo del lenguaje y la comunicación son:
- Retraso en el desarrollo del lenguaje: ausencia de habla, o un uso limitado de palabras y/o frases cortas.
- Percepción de que las vocalizaciones del niño no están dirigidas a las personas, o únicamente aparecen en momentos de frustración o necesidad.
- Si existe el habla, puede percibirse una entonación o un timbre de voz particular.
- El lenguaje del niño parece muy repetitivo o inflexible (signos de ecolalia, o repetición de las palabras y frases que escucha).
- En momentos de necesidad, puede comunicarse tomando de la mano y llevando al adulto hacia el objeto que desea, en ocasiones sin establecer contacto visual.
- Limitado uso del señalamiento para comunicar sus intenciones sociales.
- Limitado uso de gestos para comunicarse.
Algunos signos que pueden presentarse en las habilidades de interacción social:
- Uso limitado del contacto visual
- Sonrisa social disminuida o ausente, la persona no suele sonreír ante sonrisas amistosas generadas por los adultos o solo sonríe si le hacen cosquillas.
- Poco uso de expresiones faciales para comunicarse.
- Demuestra poco placer compartido en diferentes actividades sociales, con pares o adultos.
- Limitación o ausencia de respuesta ante el llamado por su nombre.
- No entrega objetos o juguetes llamativos a otras personas con el objetivo de compartir su interés, o únicamente entrega en el caso de necesitar ayuda.
- No muestra objetos o eventos llamativos a otras personas, o la hace de manera muy esporádica.
- Parece no seguir la orientación de la mirada del adulto o su señalamiento para ubicar un objeto.
- Pocos acercamientos sociales del niño hacia otras personas, o únicamente aparecen en situaciones donde necesita ayuda.
Algunos signos que pueden presentarse en su comportamiento:
- Respuestas sensoriales particulares a diferentes estímulos (ejemplo: taparse los oídos ante ruidos específicos, selectividad marcada ante diferentes tipos de alimentos, dificultades con el uso de zapatos, medias o ciertas texturas de la ropa, miradas de reojo, entre otras)
- Movimientos repetitivos de sus manos, dedos u otros manierismos (aleteo, posturas particulares de los dedos, sacudidas de todo el cuerpo).
- Presencia de conductas de autolesión (ejemplo; golpearse la cabeza, abofetearse, morderse o tirarse del pelo).
- Intereses muy marcados, repetitivos o inflexibles.
- Dificultad con los cambios y las transiciones entre actividades.
Algunos signos que pueden presentarse en el juego:
- Juega de manera particular con los juguetes ya sea de forma repetitiva o apartemente no funcional (ejemplo: no usa el coche para rodarlo por la casa, sino para voltearlo y hacer girar sus ruedas).
- Únicamente juega con juegos de construcción como legos o rompecabezas, sin presentarse signos de juego simbólico (ejemplo, darle de comer a un bebe o representar acciones con los juguetes).
- Limitación en las habilidades de imitación, no suele imitar con frecuencia o únicamente imita acciones muy llamativas o particulares.
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