Colombia

Revelan estremecedoras anotaciones que tenía Garavito en una biblia

Antes de fallecer él mismo se la entregó a un periodista que lo entrevistó

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En poco más de dos meses se cumple un año del fallecimiento de Luis Alfredo Garavito, un hombre que pasó a la historia como uno de los criminales más abominables de Suramérica, por haber abusado y ultimado a más de 200 niños en Colombia y Ecuador. 

Garavito, quien pasó sus últimos años de vida en la cárcel La Tramacúa de Valledupar y falleció por cuenta de un cáncer que lo carcomió rápidamente, tenía una fijación con los niños y nunca, en ninguna de sus entrevistas, lo negó. Siempre habló de sus acciones con claridad y sobre todo con mucha serenidad.

Luis Alfredo Garavito
Foto: Twitter

La retorcida mente de Garavito

El periodista Kevin Pinzón, quien tuvo la oportunidad de entrevistar a Garavito antes de su deceso, recibió de sus manos como “regalo” una biblia. Él cuenta que no había querido abrirla por respeto a Dios, porque imaginaba el contenido que la misma podía tener. 

Sin embargo, a casi un año después el reportero tomó la iniciativa no solo de abrirla, sino de contarle al mundo lo que allí estaba escrito. Las anotaciones dejan ver la retorcida mente que este quindiano tenía y la preferencia que tuvo con víctimas que fueron bautizadas con nombres bíblicos.

“Había decidido no abrir esta biblia por respeto a Dios en el que creo; pero me hicieron una reflexión sobre cuántas conclusiones se pueden sacar de lo que se encuentre en el interior de este libro que perteneció tantos años a uno de los peores criminales de Colombia y el mundo”, dijo.

Garavito
Foto: Twitter.

Pinzón contó que cuando el abusador le entregó la biblia como regalo lo hizo dándole también una dedicatoria en la que le dejó una reflexión: «El mundo no ofrece sino un camino de mu#rte».

Recordemos que Luis Alfredo Garavito fue condenado a más de 40 años de cárcel y muchas veces estuvo a punto de recibir la libertad por su buena conducta en prisión, pero él mismo prefirió mantenerse tras las rejas pues fuera de ellas no tenía nada ni a nadie.

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Víctor Castro Gutierrez

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