Salud

Las altas temperaturas podrían acelerar el desarrollo de esta grave enfermedad

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Las condiciones climáticas extremas que se han vuelto cada vez más frecuentes en los últimos años no solo afectan nuestro planeta, sino también nuestra salud mental y física. Un estudio reciente publicado en la revista The Lancet Neurology ha revelado que estos cambios en el clima podrían acelerar el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer.

Los investigadores del University College London analizaron cientos de estudios realizados a lo largo de más de medio siglo, examinando el impacto de las condiciones meteorológicas extremas en 19 afecciones del sistema nervioso, incluidos los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad de Alzheimer, la meningitis, la epilepsia y la esclerosis múltiple, así como trastornos psiquiátricos comunes como la ansiedad, la depresión y la esquizofrenia.

Cómo afecta el clima a la salud cerebral

Los hallazgos del estudio son alarmantes. Los investigadores encontraron pruebas claras de que el clima tiene un impacto significativo en ciertas enfermedades cerebrales, especialmente los accidentes cerebrovasculares y las infecciones del sistema nervioso.

Las variaciones climáticas que han afectado a las enfermedades cerebrales incluyen temperaturas extremas, tanto altas como bajas, así como grandes fluctuaciones de temperatura a lo largo del día, especialmente cuando estas medidas son inusuales en comparación con las estaciones típicas.

Las temperaturas nocturnas también son particularmente importantes, ya que las noches más cálidas pueden perturbar el sueño. Para conciliar el sueño, el cuerpo debe bajar ligeramente su temperatura, y un sueño de mala calidad puede agravar varios problemas cerebrales.

El impacto en la demencia

Una de las afecciones más sensibles a los cambios climáticos es la demencia. Los investigadores observaron que las variaciones significativas de temperatura y las olas de calor pueden provocar un aumento en las hospitalizaciones y muertes relacionadas con la demencia.

Dificultad para adaptarse a los cambios

Las personas que padecen de trastornos cognitivos pueden tener dificultades para adaptar su comportamiento a los cambios ambientales. Una conciencia reducida del riesgo se acompaña de una capacidad reducida para pedir ayuda o mitigar los daños potenciales, como beber más durante el calor o ajustar la ropa.

Otros factores que agravan la susceptibilidad de las personas con demencia incluyen la fragilidad, la multimorbilidad y los medicamentos psicotrópicos.

El impacto en la salud mental

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Además de los efectos en las enfermedades neurológicas, el peso adicional de la eco-ansiedad también puede empeorar el estado de las personas que ya sufren de ansiedad y trastornos similares.

A medida que cada vez más personas se ven expuestas a climas extremos, los investigadores advierten que los estudios existentes podrían ser insuficientes para comprender plenamente el impacto en la salud del cerebro.

Llamado a más investigación

Los investigadores han hecho un llamado a realizar más estudios que tengan en cuenta el clima actual y futuro, con el fin de comprender mejor cómo los cambios climáticos pueden acelerar el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer.

A medida que el mundo se enfrenta a estos desafíos climáticos, es crucial que las comunidades y los sistemas de salud se adapten para proteger a las poblaciones más vulnerables, como las personas con trastornos cognitivos. Solo así podremos mitigar los efectos devastadores de estas condiciones meteorológicas extremas en la salud de nuestro cerebro.

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Sara Gonzalez
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