Salud

Síntomas que advierten un accidente cerebro vascular (ACV)

Uno de los métodos recomendados para identificar un ACV es el acrónimo FAST (por sus siglas en inglés: Face, Arm, Speech, Time)

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Un accidente cerebrovascular (ACV) es una emergencia médica que ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se detiene, lo cual puede causar daño cerebral y discapacidad permanente si no se atiende de inmediato. Reconocer los síntomas de un ACV es fundamental para reducir el riesgo de complicaciones graves. Los expertos aseguran que la identificación temprana y la atención rápida pueden salvar vidas y mejorar las posibilidades de recuperación.

Uno de los métodos recomendados para identificar un ACV es el acrónimo FAST (por sus siglas en inglés: Face, Arm, Speech, Time), que facilita recordar algunos de los síntomas clave:

  1. Rostro (Face): Un signo común de un ACV es la caída de un lado del rostro. Si se sospecha un ACV, pida a la persona que sonría. Si uno de los lados de la cara se inclina hacia abajo o muestra parálisis, esto podría indicar un problema.
  2. Brazos (Arms): Otro síntoma es la debilidad o entumecimiento en un brazo. Pida a la persona que levante ambos brazos; si uno de ellos se desploma o no logra elevarlo correctamente, podría ser señal de un ACV.
  3. Habla (Speech): Las personas que están sufriendo un ACV pueden experimentar dificultades para hablar. Si se le solicita a la persona que repita una frase sencilla y no puede hacerlo con claridad o su discurso es incoherente, es un síntoma de alerta.
  4. Tiempo (Time): El tiempo es crucial. Si se presentan estos síntomas, es necesario buscar atención médica de inmediato. Cuanto más rápido sea atendida la persona, mayores serán sus posibilidades de evitar daños severos.
tumor en la cabeza
Imagen: Freepik

Además de estos signos principales, otros síntomas que pueden advertir de un posible ACV incluyen la pérdida de visión o visión borrosa en uno o ambos ojos, dolor de cabeza intenso y repentino sin una causa aparente, mareos, dificultad para caminar o pérdida del equilibrio y la coordinación. Estos síntomas pueden variar en intensidad, pero si se presenta alguno, especialmente en personas mayores o con factores de riesgo, es vital acudir a urgencias sin demora.

El ACV puede ser de dos tipos principales: isquémico, cuando un coágulo bloquea el flujo sanguíneo, o hemorrágico, cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe. Ambas condiciones requieren tratamiento inmediato. La atención oportuna en las primeras horas de los síntomas es fundamental para reducir los efectos del daño cerebral y mejorar el pronóstico.

Los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de un ACV incluyen hipertensión, diabetes, colesterol alto, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, sedentarismo y antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares. Por ello, llevar un estilo de vida saludable, realizar chequeos médicos periódicos y estar atento a los signos de advertencia puede ayudar a prevenir un ACV o a minimizar su impacto.

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Víctor Castro Gutierrez
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