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Video viral: Mimo que asusta a la gente en las calles recibió de su propia medicina

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Ser un mimo en las calles de Barranquilla, la vibrante ciudad costera de Colombia, puede ser una experiencia llena de sorpresas y desafíos inesperados. Tal es el caso de un artista callejero conocido por asustar a los pasajeros de los autobuses con un perro de juguete de espuma, quien se topó con una inesperada emboscada de perros callejeros que lo dejaron sin su principal herramienta de trabajo.

Este mimo, cuya identidad se mantiene en el anonimato, se ha hecho famoso en Barranquilla por su peculiar técnica de entretener a los transeúntes. Subía a los autobuses y, con gran habilidad, simulaba que un perro de juguete hecho de espuma se lanzaba a morder a los pasajeros, acompañando la escena con sonidos de ladridos emitidos a través de un silbato especial. Esta estratagema solía provocar risas y gritos de sorpresa entre los viajeros, convirtiéndolo en un personaje querido y reconocido en la ciudad.

Sin embargo, en una de esas presentaciones, el mimo se topó con un inesperado obstáculo: un grupo de perros callejeros que se encontraban en la calle. Cuando el mimo pasó junto a ellos, simulando el ataque del perro de juguete, los animales reaccionaron de manera inesperada. Comenzaron a ladrar desesperadamente y se abalanzaron sobre el muñeco de espuma, arrancándoselo de las manos al mimo.

En las imágenes que se viralizaron en las redes sociales, se puede ver cómo los perros, enardecidos por los sonidos del supuesto can, se lanzaron sobre el juguete del mimo. Tras unos instantes de forcejeo, lograron quitárselo por completo, dejando al artista callejero sin su principal herramienta de trabajo.

La reacción del mimo

Ante la inesperada reacción de los perros, el mimo intentó recuperar su juguete, pero los animales no estaban dispuestos a soltarlo. Después de algunos segundos de forcejeo, el hombre se dio por vencido y salió corriendo para evitar que los perros se volvieran en su contra. Las imágenes muestran su expresión de sorpresa y pánico mientras se aleja rápidamente, dejando atrás los restos destrozados de su perro de espuma.

La escena, captada por los pasajeros del autobús, desató una ola de risas y comentarios entre los espectadores. Muchos encontraron la situación sumamente divertida, al ver cómo el mimo, conocido por asustar a los demás, había sido víctima de su propia broma. Sin embargo, algunos también expresaron empatía por la difícil posición en la que se encontró el artista callejero, al perder su principal herramienta de trabajo.

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Sara Gonzalez
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