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Video: Esto fue lo que encontraron en el cuarto de una niña que afirmaba que había “un monstruo en la pared”

“Escucho demasiados crímenes reales como para no pensar que había un cuerpo”

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Muchas veces, los niños perciben el mundo de una manera diferente a los adultos. Sus sentidos parecen estar más agudizados, capaces de detectar cosas que escapan a la atención de los mayores. Un reciente caso en Estados Unidos parece validar esta idea, al revelar un hallazgo que dejó perpleja a una madre al investigar “el monstruo” que su hija decía escuchar detrás de la pared de su habitación.

La historia comienza cuando la pequeña hija de Ashley Massis Class, conocida en TikTok como @classashley, comenzó a advertir repetidamente sobre los “monstruos” que escuchaba en la pared de su dormitorio. Preocupada por la seguridad de su hija y consciente de los crímenes reales que suceden, la madre inicialmente pensó que podría haber un cuerpo escondido detrás de la estructura. “Escucho demasiados crímenes reales como para no pensar que había un cuerpo”, comentó.

Sin embargo, la realidad resultó ser mucho más sorprendente que cualquier escenario macabro que Massis pudiera imaginar. Utilizando una cámara térmica para examinar el interior de la pared, ella y su hija descubrieron que el origen de los misteriosos sonidos era nada menos que un enjambre de aproximadamente 50.000 abejas zumbando activamente detrás de la estructura.

 

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La madre, visiblemente atormentada por el hallazgo, expresó: “De qué están hechas las pesadillas… Toda la situación me atormenta”, tras compartir un video mostrando a los insectos volando alrededor de la habitación después de que se retirara una sección del muro para revelar su presencia.

La publicación de Massis en TikTok generó una gran variedad de reacciones entre los usuarios, que iban desde el espanto hasta la solidaridad con experiencias similares. Algunos comentarios reflejaban el impacto del insólito descubrimiento, como “Sinceramente preferiría tener monstruos en el muro en vez de 50 mil abejas” y “Creí que era un hombre viviendo en tu muro. Me alivia que sean abejas”.

María Vargas Jimenez
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