El truco para que las papas a la francesa te queden como de restaurante
Estas no se elaboran con las papas comunes que se consiguen en el mercado
Hacer papas a la francesa en casa puede ser una tarea frustrante, pues si no conoces el truco, estas te quedarán crujientes solo por unos segundos y luego al enfriarse se tornarán aguadas y poco agradables al momento de masticar. Cosa que no ocurre con las que conseguimos en los restaurantes de cadenas multinacionales.
En esas grandes casas de comida rápida, las papas pueden pasar horas guardadas y se mantendrán crujientes para untarlas de mayonesa o lo que más te guste, y comerlas con todo el placer del mundo. Aquí te contaremos cómo lograr esto.
Detalles que tal vez no conocías
Las papas a la francesa que se fríen en los grandes restaurantes no se elaboran con las papas comunes que se consiguen en el mercado, sino con las que son tipo Russet, cuya concha es un poco más marrón. Si no las encuentras (que es lo más probable) no desesperes, igual se pueden hacer con la papa común que venden en la tienda o el supermercado.
Después de que las peles, las laves y las piques en tiras, no las eches a la freidora o sartén de inmediato, pues el almidón hará que no queden bien. Lo que debes hacer es echar los trozos en un tazón con agua fría y dejarlo allí durante una hora, luego sácalas, seca una a una, y fríe.
Usar un aceite inadecuado es otro grave error
En primer lugar, no uses aceite reciclado, es decir, el mismo con el que ya has freído otras cosas como arepas o plátanos. Para que las papas funcionen de la manera correcta, debes utilizar un aceite que no aporte ningún tipo de sabor y que su punto de humo sea alto, es decir, la temperatura en la cual comienza a quemarse.
Se recomienda el aceite de cártamo que tiene un punto de humo de 240°C (uno de los más altos) y es más económico que otras alternativas similares (esto es importante porque tu olla deberá tener al menos 7 cm de aceite para freír las papas correctamente).
El toque final
Para que tus papas queden enteramente crujientes, debes freírlas dos veces. Una primera vez con los trucos que te contamos anteriormente, y una segunda vez después de haberla sacado del aceite y escurrido. Esto hará que al masticarlas las sientas crocantes por fuera, pero suaves por dentro.
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