Consejos para mejorar la piel seca en climas fríos
Para muchas personas, los climas fríos representan un problema en cuanto a su piel, pues tienen a volverse seca y escamosa en las bajas temperaturas.
El aire frío, el calor seco en el interior y la baja humedad, pueden robarle la humedad a su piel. Esto puede hacer que su piel se vea mucho menos radiante de lo normal. No sólo la cara, sino también las manos, los pies y otras zonas expuestas a los elementos.
Hay medidas que puede tomar para mantener su piel sana. Incluso cuando la temperatura baja y no se puede escapar del aire frío y seco del invierno.
Cómo reconocer una piel seca
Estos son algunas de las señales y síntomas más comunes de la piel seca:
- piel escamosa o descamada
- enrojecimiento
- textura rugosa
- picazón
- piel irritada
- grietas en la piel
- picor o ardor
- El término médico para la piel seca es xerosis. Los síntomas pueden variar en gravedad y apariencia dependiendo de la zona del cuerpo afectada.
Cómo evitar que la resequedad de la piel en climas fríos
La piel seca en invierno no es inevitable. Haciendo algunos cambios en tu dieta y en tus hábitos de cuidado de la piel. Y utilizando los productos adecuados, puedes mantener tu piel suave, tersa y brillante durante todo el invierno.
Veamos 11 consejos que pueden ayudarle a mejorar la salud de su piel durante los meses más fríos del año.
Hidratar la piel justo después de lavarla
Cada vez que te lavas la cara, las manos o el cuerpo, despojas a tu piel de sus aceites naturales. Dado que estos aceites ayudan a retener la humedad, es esencial reemplazarlos. Por eso es importante utilizar una crema hidratante cada vez que te laves la piel, especialmente en invierno.
Para ayudarte a recordar, mantén un frasco de crema hidratante junto a tu grifo y lleva contigo una crema hidratante de viaje cuando estés de viaje.
Aplicar la protección solar, incluso en climas fríos sin aparente sol
Con los días más cortos del invierno y menos sol, puede ser tentador eliminar la protección solar de tu rutina matutina. Pero piénsalo bien. Incluso en invierno, los dañinos rayos UV pueden poner en peligro la barrera de hidratación de la piel. Esto es vital para mantener la salud y la hidratación de la piel.
Intenta añadir una capa de protección solar cada mañana después de aplicar una crema hidratante.
Utilizar tratamientos nocturnos
Los tratamientos nocturnos son una forma estupenda de revitalizar o prevenir la sequedad de la piel. Los emolientes son excelentes para hidratar la piel. Sin embargo, al ser cremas más pesadas, pueden tardar más en absorberse en la piel.
Al aplicar un emoliente en la piel durante la noche, la piel tendrá tiempo para absorber el tratamiento y para que el emoliente reponga la humedad y los aceites que la piel necesita.
Si te aplicas una pomada en las manos o los pies, recuerda envolverlos en una bolsa de plástico o en guantes para evitar que el emoliente se extienda por las sábanas o las fundas de la cama.
Modifique su rutina de cuidado de la piel
Si la piel de su rostro parece estar especialmente sensible o irritada debido al aire seco del invierno, puede considerar la posibilidad de simplificar su rutina de cuidado de la piel por el momento.
Recuerde que la barrera de hidratación de su piel debe estar sana para responder bien a los sérums, tónicos y otros tipos de tratamientos de belleza. Además, si su piel está irritada, puede ser más sensible a ingredientes como el perfume y el alcohol. Esto significa que los productos que normalmente serían buenos para su cara podrían convertirse en irritantes.
Intente mantener una rutina de cuidado de la piel sencilla. Considere la posibilidad de utilizar sólo una crema hidratante y un protector solar por la mañana, y un limpiador suave con una crema hidratante por la noche.
Una vez que se haya asegurado de que la barrera de hidratación de su piel está sana, puede ir incorporando poco a poco otros tratamientos e ingredientes a su rutina.
Utilice un humidificador
Los humidificadores ayudan a reintroducir la humedad en el aire. Esto puede ser especialmente útil cuando se enciende la calefacción interior durante los meses de invierno. Tener más humedad en el aire puede ayudar a actuar como un humectante natural que a su vez puede prevenir y aliviar la piel seca.
Un humidificador puesto al 60% en invierno puede reponer la humedad de la capa superior de la piel.
Evita las duchas con agua caliente
Una ducha o un baño caliente al final de un frío día de invierno puede ser especialmente relajante. Sin embargo, para mantener la piel bien nutrida, es mejor mantener la temperatura del agua más cerca de la tibia.
El agua caliente puede despojar a su piel de sus aceites naturales más rápidamente que el agua tibia (que suele estar a unos 37°C), e incluso puede causar daños.
También hay que tener cuidado al secarse la piel después del baño o la ducha. En lugar de frotar enérgicamente, dése unas suaves palmaditas en la piel con una toalla suave. Esto puede permitir que parte de la humedad se extienda a la capa superior de su piel.
No utilice exfoliantes
La exfoliación, que elimina las células muertas de la superficie de la piel, puede ayudar a mantener la piel con un aspecto suave y vibrante. Pero es posible exfoliar la piel en exceso si lo hace con demasiada frecuencia o si utilizas los productos equivocados.
Si la piel está agrietada, áspera o irritada, es mejor evitar la exfoliación hasta que la piel se haya curado.
Intente añadir oclusivos a su rutina
Anteriormente, mencionamos el uso de emolientes para ayudar a suavizar y reparar la barrera de la piel. Pero, si descubre que los ingredientes emolientes no son suficientes para curar su piel seca, puede considerar la incorporación de ingredientes oclusivos en su rutina de cuidado de la piel.
Los ingredientes oclusivos actúan como una barrera física para retener la humedad en la piel. Estos son algunos ejemplos de ingredientes oclusivos:
- manteca de karité
- manteca de cacao
- aceite de rosa mosqueta
- aceite de jojoba
La mejor manera de incorporar estos productos a su rutina es aplicarlos una o dos veces al día después de la hidratación.
Mantenga hidratado su organismo
Otro paso clave para mantener la piel sana y brillante es asegurarse de estar bien hidratado durante todo el día. Si no absorbe suficiente líquido, su piel puede resecarse y perder su luminosidad.
Además de mantenerse bien hidratado, también puede centrarse en consumir alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos omega-3. Estos dos nutrientes pueden proteger las células de los daños ambientales y ayudar al cuerpo a crear células sanas, incluidas las de la piel.
Elija tejidos no irritantes
Una buena regla general para los problemas de la piel es evitar el uso de materiales agresivos. Y la piel seca no es una excepción. Si su piel es muy seca, intente usar tejidos naturales, cómodos y sueltos para reducir el riesgo de una mayor irritación física.
Evite también lavar la ropa con detergentes comunes. Busque detergentes formulados para pieles sensibles, que no contengan productos químicos agresivos ni fragancias.
Usar guantes
Los guantes son la última barrera física contra los agentes ambientales que pueden resecar la piel de las manos.
Para protegerse las manos, use guantes calientes cuando salga al frío y utilice un par de guantes de silicona cuando lave los platos.
Limitar la cantidad de aire seco y agua caliente que toca su piel puede ayudar a mantener sus manos suaves e hidratadas.
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