Meter el dedo en la nariz podría promover esta grave enfermedad, según estudio
Una investigación publicada en Scientific Reports muestra que hurgarse las fosas nasales con los dedos podría favorecer el paso de una bacteria causante de la enfermedad de Alzheimer al cerebro.
Puede parecer una broma, pero no lo es. Según investigadores australianos de la Universidad de Griffith, hurgarse la nariz es un mal (y poco atractivo) hábito que podría contribuir al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
Dedos en la nariz, ¿un factor de riesgo para el Alzheimer?
Publicado en febrero en la revista Scientific Reports y difundido el 28 de octubre en un comunicado de prensa de la Universidad, el estudio realizado en ratones demuestra que la Chlamydia pneumoniae puede penetrar en el cerebro a través de las fosas nasales.
Los científicos observaron en estos pequeños mamíferos que la bacteria «puede viajar a través del nervio olfativo de la nariz y llegar al cerebro de los ratones, donde crea marcadores que son un signo revelador de la enfermedad de Alzheimer», dice. Según ellos, este microorganismo utiliza el nervio situado entre la cavidad nasal y el cerebro como vía de entrada al sistema nervioso central. Ante esta invasión, «las células cerebrales reaccionan entonces depositando una proteína beta-amiloide, característica de la enfermedad de Alzheimer».
Un descubrimiento innovador
«Somos los primeros en demostrar» esta relación, dijo el profesor James St John, director del Centro Clem Jones de Neurobiología e Investigación de Células Madre y coautor del estudio. «Tenemos que realizar un estudio en humanos y confirmar si la misma vía funciona de la misma manera», escribió en el comunicado. «Se trata de una investigación que ha sido propuesta por muchas personas, pero que aún no está completa. Lo que sí sabemos es que estas mismas bacterias están presentes en los seres humanos, pero no hemos averiguado cómo llegan allí».
Pero, ¿qué relación existe entre el dedo en la nariz y la bacteria Chlamydia pneumoniae? Según el científico, el cuidado de las membranas mucosas de la nariz puede reducir el riesgo de desarrollar potencialmente la enfermedad de Alzheimer en su última fase. Y hurgarse las fosas nasales y quitarse el pelo crea daños. «Puede aumentar el número de bacterias que pueden entrar en el cerebro», dice el autor, que recuerda que estos malos modales son una pista, pero no son ni mucho menos el único factor de riesgo para la demencia o la enfermedad de Alzheimer.
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