Salud

Si presentas estos síntomas, es porque llevas una mala alimentación

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Una mala alimentación puede convertirse gradualmente en parte de nuestro estilo de vida sin que nos demos cuenta. Para volver a una alimentación equilibrada, que garantice una buena salud y una mayor longevidad, debemos estar atentos a ciertas señales de alarma que nos envía el cuerpo. Por eso, aquí te enseñamos cuáles son esos síntomas.

Los síntomas que indican una mala alimentación

Si presentas estos síntomas, entonces es porque estás llevando una mala alimentación y debes empezar a hacer cambios en tu vida y tus hábitos.

  1. Aumento o pérdida rápida de peso

Un aumento o una pérdida de peso demasiado rápidos pueden ser una señal de advertencia de una mala nutrición. Por supuesto, detrás de estos signos puede haber otros problemas de salud. Pero la malnutrición o el consumo excesivo de alimentos demasiado ricos en grasas y calorías y escasos en nutrientes pueden explicar este cambio. En el caso de que la pérdida de peso se produzca sin dietas ni privaciones, es importante prestar atención a la alimentación y al estilo de vida. Por ejemplo, evite saltarse las comidas y consuma alimentos muy energéticos. Entre ellos están los frutos secos, el aguacate, el plátano, el mango, el té, las patatas, las barritas de cereales, la carne, el pescado graso, las aves de corral, los huevos y el chocolate.

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    Dolor en los dientes y sangrado de las encías

La mala alimentación, combinada con el tabaco o el alcohol, puede tener un fuerte impacto en la salud bucal. El consumo excesivo de alimentos azucarados, zumos de frutas o refrescos puede dañar el esmalte, favorecer las caries y debilitar los dientes. Del mismo modo, la falta de vitamina C también puede provocar el sangrado o la inflamación de las encías. Además de la higiene, una buena dieta ayuda a mantener los dientes sanos. No dudes en reducir los alimentos ácidos, demasiado salados o demasiado dulces en tu dieta y come más cereales integrales, verduras verdes, verduras crucíferas, zanahorias, pescado y legumbres para fortalecer tus dientes.

  1. Cansancio

Una dieta desequilibrada es la causa de la falta de nutrientes y elementos esenciales para el buen funcionamiento del organismo. Esta carencia puede provocar una falta de energía y una inexplicable sensación de cansancio. Para potenciar el organismo, hay que comer de forma variada y evitar saltarse las comidas. La carne, los pescados grasos como el salmón, una interesante fuente de vitamina D, las frutas como el plátano y los cítricos, las verduras como el brócoli, las nueces y las almendras, las legumbres y los mariscos son algunos de los alimentos que debes incluir en tu dieta.

Cuidado, las comidas muy ricas y los platos abundantes pueden tener un efecto positivo en la moral, pero no te ayudarán a ahuyentar el cansancio. Recuerda también beber mucho líquido, ya que la falta de hidratación sólo hará que te sientas más cansado.

  1. Pérdida de cabello y cabello dañado

La salud del cabello suele verse afectada por la alimentación. Si el cabello se cae, se vuelve quebradizo, seco o fibroso, es posible que la ingesta de nutrientes como el hierro, el zinc, los ácidos grasos o las vitaminas no sea suficiente en el organismo. Estos eventos también pueden indicar una falta de proteínas, que puedes compensar comiendo más legumbres, aves, soja o huevos. Un estudio publicado en el Journal of Nutrition en julio de 2019 demuestra que la dieta se refleja y puede leerse a través del análisis isotópico del cabello.

  1. Trastornos gastrointestinales

Los problemas estomacales recurrentes pueden indicar una mala alimentación. Ya sea una sensación de malestar, diarrea, malestar estomacal o estreñimiento, es importante pensar en cómo se come. En la medida de lo posible, intenta limitar la ingesta de alimentos copiosos, grasos, picantes y dulces. Tampoco se recomiendan las bebidas carbonatadas o irritantes, como el alcohol, ni los alimentos fermentables. En su lugar, intenta beber lo suficiente y comer comidas más ligeras y fáciles de digerir, como verduras cocidas, sopas de arroz y sopas a base de soja.

  1. Piel apagada y erupciones cutáneas

La mala alimentación puede manifestarse en una piel apagada, sarpullidos o heridas persistentes y enrojecimiento. Para que la piel recupere su aspecto sano y flexible, se recomienda un aporte de vitaminas A, C, D y el consumo de alimentos más ricos en carotenoides y flavonoides. Los principales enemigos de la piel son los alimentos poco saludables, como los demasiado grasos, los demasiado dulces, los demasiado picantes, los demasiado salados, las carnes rojas y el alcohol. Una dieta sana y equilibrada ayuda a retrasar el envejecimiento de la piel. Por ejemplo, puede preferir alimentos como el aguacate, que estimula la producción de colágeno y contribuye a la hidratación y elasticidad de la piel. Los cítricos, ricos en vitamina C, y el pescado, que aporta omega 3, también son buenos para la salud de la piel.

  1. Arrugas

Las arrugas son signos naturales de la edad. Aparecen inevitablemente a cierta edad. Pero una mala alimentación puede acelerar o incluso aumentar este proceso. El azúcar, el enemigo número uno de nuestra salud, al adherirse a las fibras de colágeno, favorece el deterioro de la piel y la pérdida de elasticidad. Si sientes este envejecimiento prematuro de las células, come más frutas y verduras ricas en antioxidantes y vitamina C como el brócoli, las espinacas, la col y los cítricos. El té verde, los pescados grasos, la cúrcuma, los huevos, las avellanas y las almendras también son buenos alimentos antienvejecimiento.

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Lina Muñóz Rojas
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