Ácido hialurónico: Los efectos secundarios poco conocidos
Sustancia naturalmente presente en la dermis, de la familia de los azúcares, el ácido hialurónico contribuye a la hidratación de los tejidos. Como su síntesis disminuye con la edad, la piel está menos hidratada: aparecen líneas finas, arrugas y flacidez.
Por ello, para rellenar las arrugas y restaurar el volumen, los médicos estéticos proponen inyecciones de ácido hialurónico en los pómulos, los pliegues de amargura, los pliegues nasolabiales, el óvalo facial, la nariz, las sienes, los labios y las ojeras. A veces se inyecta ácido hialurónico en la parte inferior de la cara, los labios, las patas de gallo, el escote y las manos para restaurar su hidratación. Estos productos inyectables con fines estéticos son reabsorbibles durante un periodo más o menos largo según su naturaleza y concentración.
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Sin embargo, es importante aclarar que sólo los médicos están autorizados a realizar estas inyecciones. Su formación y conocimiento de la anatomía del rostro y del cuerpo hacen que sean los únicos autorizados y competentes para garantizar la seguridad de las inyecciones, que se basa en un buen control de: las condiciones de higiene (conocidas como «asepsia», gracias al cambio de jeringa, frasco, desinfección del local, etc.) y del producto inyectable en función de las zonas a inyectar.
¿Cuáles son los efectos secundarios de las inyecciones de ácido hialurónico?
Los efectos secundarios a corto plazo más comunes relacionados con el mal uso de estos productos son:
- Una infección local de la zona donde se inyectó el producto, que puede generalizarse (septicemia) si la infección localizada no se trata rápidamente
- Contaminación vírica (incluido el VIH) o bacteriana si se comparte el equipo utilizado
- Necrosis que puede llevar a la amputación del tejido si el producto se inyecta en un vaso sanguíneo
- Pérdida de la vista (ceguera) si el producto se inyecta en un vaso que irriga el ojo.
Los médicos saben cómo tratar los efectos secundarios inmediatos, como la alergia al producto inyectado (choque anafiláctico), la necrosis/isquemia (vaso sanguíneo bloqueado), mediante un tratamiento médico adecuado (antibiótico, antiinflamatorio, hialuronidasa, etc.). Y establecerán un seguimiento adaptado si es necesario en caso de efectos adversos a largo plazo. Además, dominan las normas de higiene relativas a los procedimientos de tratamiento, pero también las relativas a los residuos quirúrgicos (por ejemplo, jeringuillas sucias), que evitan el riesgo de contaminación por enfermedades transmisibles.
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