7 consejos para revivir el deseo por la pareja
¿Qué puede hacer para superar este desierto erótico? Aquí tienes algunos consejos.
Un descenso del deseo, ya sea temporal o duradero, siempre plantea preguntas y la mayoría de las veces provoca grandes preocupaciones. Para muchas personas, la libido es un indicador del estado de la relación de pareja, un poco como un barómetro. Así que cuando el sexo escasea, comienzan las preocupaciones.
Naturalmente, el trastorno del deseo sexual es diagnosticado por un profesional competente (y con el que se plantearán soluciones), pero muchas personas afirman que su libido está por los suelos sin haber recibido este diagnóstico oficial: ¡este problema no pasa desapercibido! ¿Qué puede hacer para superar este desierto erótico? Aquí tienes algunos consejos.
Trabaja en ti mismo.
No, no es el truco más rápido del libro, ¡lo admitimos! Pero es ciertamente eficaz porque implica una inversión en uno mismo y en su relación. Trabajar en uno mismo no significa automáticamente ir a terapia; una simple reflexión sobre la historia de vida actual puede aportar muchas respuestas. Los acontecimientos de la vida (salud…) pueden influir en el estado del ser: estrés, fluctuaciones hormonales, medicación. Conocer el origen de la dificultad le ayudará sin duda a encontrar soluciones o, al menos, a obtener la ayuda necesaria.
2. Quiérete más.
Quererte más significa aprender a conocer tus propias necesidades y a determinar tus límites. El aumento de la confianza en uno mismo te permite sentirte bien en tu cabeza, en tu corazón y en tu cuerpo. Y es en la forma de no juzgar que el deseo sexual puede colarse en tu mente.
3. Disfrutar del momento.
Difícil para muchas mujeres y hombres. Estar presente para ti y para la otra persona (durante el sexo) requiere una atención especial. Permanecer en el momento presente implica dejar de lado todas esas ideas (pensamientos) que te impulsan al pasado o al futuro. Vivir plenamente el momento presente también ayuda a mantener a raya la ansiedad. Los sentidos se despiertan y exultan con mayor facilidad.
4. Hacer gimnasia perineal.
Algunas mujeres experimentan un descenso de la libido debido a la disminución del placer durante las relaciones sexuales. Naturalmente, cuanto menos placentera sea la actividad, menos deseo habrá de repetirla. Divertirse entrenando el músculo pubocoxígeo puede ser muy beneficioso, ya que le dará la oportunidad de experimentar sensaciones placenteras y mantener un buen tono del suelo pélvico.
5. Equilibra tu vida íntima y social.
Si la libido es un asunto privado, sigue viéndose afectada por todos los elementos externos a ella. En efecto, los problemas en el trabajo, las tensiones en la familia, las discusiones no resueltas son factores que influyen negativamente en la paz y el bienestar personal. Al trabajar para establecer límites entre lo íntimo y lo social, preservarás tu vida íntima y permitirás que se despliegue tu apetito sexual.
6. Acariciarse.
Ya sea a través de simples toques -no sexuales- para despertar el cuerpo al placer o a través de la masturbación sin culpa… ¡tú decides! De hecho, la masturbación sigue considerándose un comportamiento tabú, lleno de prejuicios. Estar a gusto en tu cuerpo, con tu cuerpo, te permitirá invertirlo emocionalmente y aumentar la sensación de él. Todo es cuestión de equilibrio: acariciarse a uno mismo no sustituye el contacto con la otra persona.
7. Soñar, imaginar, fantasear.
La curiosidad, el interés por la sexualidad, la motivación por descubrir, abrirán tu mente a nuevos horizontes y tu cuerpo a nuevas sensaciones. El cerebro, sin duda el órgano sexual más importante, se convertirá entonces en su mejor aliado.
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