Por esta razón preocupan los misiles que ahora podrá usar Ucrania
Los misiles ATACMS (Sistema de Misiles Tácticos del Ejército, por sus siglas en inglés), fabricados por Lockheed Martin, son misiles balísticos de largo alcance, capaces de golpear objetivos hasta 300 kilómetros de distancia.
La reciente decisión de Estados Unidos de autorizar a Ucrania a utilizar misiles ATACMS en territorio ruso ha generado gran revuelo en la comunidad internacional. Esta autorización permite a las fuerzas ucranianas atacar más allá de las líneas del frente en áreas de Rusia, lo que representa un cambio significativo en la política de Washington respecto a su apoyo militar a Ucrania en el contexto de la guerra con Rusia.
Los misiles ATACMS (Sistema de Misiles Tácticos del Ejército, por sus siglas en inglés), fabricados por Lockheed Martin, son misiles balísticos de largo alcance, capaces de golpear objetivos hasta 300 kilómetros de distancia.
Estos misiles son disparados desde plataformas móviles como el HIMARS (Sistema de Misil de Artillería de Alta Movilidad), lo que les da a las fuerzas ucranianas una flexibilidad estratégica considerable. Su capacidad para llevar una ojiva de hasta 227 kilogramos de explosivos o municiones racimo los convierte en una herramienta poderosa para destruir infraestructuras clave, como depósitos de municiones y bases militares, así como para atacar concentraciones de tropas enemigas.
Hasta ahora estaban restringidos
Hasta ahora, Estados Unidos había restringido el uso de estos misiles para evitar una escalada del conflicto, limitando su alcance a los territorios ocupados por Rusia en Ucrania. Sin embargo, la nueva decisión de permitir que Ucrania ataque dentro de Rusia responde a varios factores, incluido el reciente refuerzo de tropas rusas y norcoreanas en la región de Kursk, que Ucrania ha estado controlando desde agosto. Además, el temor de que la elección de Donald Trump como próximo presidente de EE. UU. pueda cambiar el curso del apoyo a Ucrania ha impulsado al presidente Joe Biden a tomar medidas decisivas en los últimos meses de su mandato.
Este cambio en la política estadounidense ha generado preocupación en Rusia, que ha advertido que cualquier ataque directo a su territorio podría ser interpretado como una participación activa de la OTAN en la guerra, lo que podría desencadenar una respuesta más agresiva. No obstante, la medida ha sido recibida con un sentimiento de urgencia por parte de Ucrania, que considera que el uso de estos misiles le dará una ventaja significativa en la guerra, debilitando las posiciones rusas y aumentando los costos militares para el Kremlin.
Aunque los misiles ATACMS pueden no ser un factor decisivo en la guerra, su despliegue en territorio ruso podría dificultar la logística rusa y complicar las operaciones militares al alejar las fuerzas rusas más atrás del frente, lo que retrasaría la llegada de refuerzos y apoyo aéreo.
La decisión también podría tener implicaciones más allá de Ucrania, ya que podría abrir la puerta a otros países aliados, como el Reino Unido y Francia, a permitir el uso de misiles de largo alcance en ataques contra Rusia. Esto podría cambiar aún más la dinámica del conflicto, aumentando la presión sobre el gobierno ruso y sus fuerzas armadas.
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