Piden tomar medidas sobre unos de los volcanes de Colombia

El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, lanzó una seria advertencia sobre el volcán Cerro Machín, ubicado entre los municipios de Ibagué y Cajamarca (Tolima) y Calarcá (Quindío), el cual sigue siendo monitoreado por el Servicio Geológico Colombiano (SGC).

Durante la conmemoración de los 39 años de la tragedia de Armero, que dejó más de 25.000 muertos debido a la avalancha generada por la erupción del volcán Nevado del Ruiz, Jaramillo subrayó la importancia de prestar una atención urgente a la actividad de Cerro Machín, dado que se encuentra bajo alerta amarilla debido a los frecuentes sismos de baja intensidad.

El ministro, quien es oriundo de Líbano (Tolima), uno de los municipios afectados por la tragedia de Armero, alertó sobre el potencial de una nueva catástrofe similar si no se toman las medidas preventivas necesarias. A pesar de que, según los expertos, las erupciones del Cerro Machín ocurren cada 800 años, Jaramillo enfatizó que el peligro persiste, ya que este volcán se considera uno de los más peligrosos del país debido a la actividad sísmica que presenta y a la formación geológica de sus domos.

Una eventual erupción del volcán Cerro Machín

El ministro destacó que una erupción del Cerro Machín podría tener graves consecuencias no solo en términos de pérdida de vidas humanas y materiales, sino también en el impacto sobre la infraestructura del país. En particular, señaló que la interrupción de la carretera Ibagué-Cajamarca-Armenia, una de las principales vías de comunicación, podría afectar gravemente la conectividad entre el centro y occidente del país, lo cual tendría repercusiones en el transporte de mercancías, especialmente hacia el puerto de Buenaventura.

Jaramillo recordó la tragedia de Armero como una lección de la importancia de la preparación ante desastres naturales y reiteró que la región debe estar en constante alerta frente a la actividad del volcán Machín. Además, subrayó que la situación debería generar una reflexión profunda sobre cómo el país maneja la prevención y seguridad en torno a los desastres naturales. La advertencia también fue respaldada por las víctimas de la catástrofe de Armero, quienes enfatizaron la necesidad de estar preparados para evitar que un hecho similar vuelva a ocurrir.