Horrendo crimen: Tras seis días en el cargo decapitaron al alcalde de Chilpancingo
Criminales dejaron su cabeza sobre el techo de un carro en cuyo interior estaba el resto del cuerpo
Alejandro Arcos, alcalde de Chilpancingo-México, fue brutalmente ultimado y decapitado apenas seis días después de asumir su cargo. Su cabeza fue encontrada sobre un automóvil que quedó en plena vía pública y su cuerpo en el asiento del copiloto del mismo.
Arcos, de 43 años, en su poco tiempo en el cargo de alcalde se había enfocado en atender los daños causados por el huracán John y había interpretado el homicidio de dos de sus asesores como una amenaza del crimen organizado, contra el cual él se proponía luchar.
Un alcalde que tenía que luchar contra el hampa
Chilpancingo, una ciudad de 200.000 habitantes en el estado de Guerrero, ha sido escenario constante de violencia, y Arcos, opositor del partido oficialista Morena, había ganado la alcaldía tras el rechazo popular a la gestión de su antecesora, Norma Otilia Hernández, a quien se le vinculaba con el cartel Los Ardillos.
Él había anunciado un plan de seguridad llamado «Blindaje Chilpancingo», que incluía más policías, patrullas y alumbrado público, para enfrentar la inseguridad de la zona, lo que se convirtió en una clara amenaza para los grupos organizados a la orden del crimen.
El estado de Guerrero ha sido durante décadas disputado por diversos carteles, entre ellos Los Ardillos, Los Rojos, Guerreros Unidos, y otros, siendo una de las regiones más afectadas por la violencia en México. El fallecimiento de Arcos se suma a una larga lista de políticos locales asesinados, una situación habitual en el país durante transiciones de poder o cambios en las estructuras del crimen organizado.
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