Los peligros de usar lentes de contacto durante un vuelo: ¿Por qué deberías evitarlos?
Conlleva riesgos significativos para la salud ocular
Los lentes de contacto son una alternativa a los anteojos que se colocan directamente sobre la superficie del ojo. Estos dispositivos permiten corregir problemas de visión como miopía, hipermetropía y astigmatismo, ofreciendo una solución cómoda y práctica para muchas personas. Sin embargo, su uso durante los vuelos puede conllevar algunos riesgos que es importante tener en cuenta.
Durante los vuelos, los ojos se enfrentan a una serie de desafíos únicos. La presión atmosférica disminuye a medida que se gana altitud, lo que puede causar cambios en la presión dentro del ojo. Además, el aire acondicionado y la baja humedad en la cabina de los aviones pueden provocar sequedad y deshidratación ocular.
Los peligros de usar lentes de contacto durante un vuelo
Sequedad y deshidratación ocular
Uno de los principales riesgos de usar lentes de contacto durante un vuelo es la sequedad y la deshidratación ocular. El aire seco y con poca humedad en la cabina del avión puede hacer que los lentes de contacto se sequen y se vuelvan incómodos. Esto puede causar irritación, enrojecimiento y molestias en los ojos.
Cambios de presión y malestar ocular
Los cambios de presión atmosférica durante el ascenso y el descenso del avión pueden causar problemas para los usuarios de lentes de contacto. Estas variaciones de presión pueden hacer que los lentes se muevan o se desplacen, lo que puede generar incomodidad y visión borrosa.
Riesgo de infecciones oculares
Otro peligro importante de usar lentes de contacto durante un vuelo es el mayor riesgo de desarrollar infecciones oculares. El aire seco y la exposición a más gérmenes en un espacio cerrado pueden aumentar la probabilidad de que se produzcan problemas como conjuntivitis o queratitis.
Recomendaciones para cuidar tus ojos durante un vuelo
Para evitar estos problemas, se recomienda:
- Usar anteojos en lugar de lentes de contacto durante el vuelo.
- Mantener los ojos bien hidratados usando colirios lubricantes o lágrimas artificiales.
- Evitar tocarse los ojos con las manos durante el vuelo.
- Asegurarse de seguir una buena higiene de los lentes de contacto antes y después del vuelo.
Alternativas a los lentes de contacto durante un vuelo
Si no quieres prescindir por completo de tus lentes de contacto, existen algunas alternativas que pueden ser más seguras durante los vuelos:
- Lentes de contacto permeables al gas: estos lentes permiten un mayor intercambio de oxígeno y pueden ser más cómodos en entornos secos.
- Lentes de contacto diarias: las lentes desechables de un solo uso pueden ser una opción más higiénica y segura durante los vuelos.
- Anteojos recetados: llevar un par de anteojos de repuesto puede ser una solución sencilla y efectiva para evitar problemas oculares durante el vuelo.
Riesgos de dormir con lentes de contacto
En primer lugar, es fundamental tener en cuenta que dormir con los lentes de contacto no se recomienda en absoluto. Los lentes están diseñados para permitir que el oxígeno llegue a la córnea, lo cual es esencial para mantener la salud ocular. Al dormir con ellos puestos, se dificulta el flujo de oxígeno hacia los ojos, lo que puede provocar diversos problemas oculares a largo plazo.
Uno de los riesgos más comunes es la sequedad ocular. Durante el sueño, la producción de lágrimas disminuye y los lentes pueden absorber la humedad natural de los ojos, lo cual puede causar irritación, enrojecimiento y malestar ocular al despertar. Además, si los lentes están resecos, pueden adherirse a la córnea, lo que dificulta su remoción y puede causar daño al intentar quitarlos.
Otro riesgo importante es el aumento del riesgo de infecciones oculares. Durante el día, los lentes de contacto pueden acumular bacterias, suciedad y otros microorganismos provenientes del ambiente. Si no se limpian y desinfectan adecuadamente antes de dormir, estas sustancias pueden causar infecciones oculares, como la conjuntivitis o la queratitis. Estas infecciones pueden ser muy dolorosas y requerir tratamiento médico.
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